La tercera semana del juicio en el que un jurado popular deberá determinar responsabilidades penales para cuatro imputados por el asesinato de la empresaria Norma Carleti (59) en Tunuyán, comenzó este lunes con la declaración de Lucio Hisa, hijo del principal acusado y de la víctima. Además, se leyeron cartas escritas por la mujer, en las que detallaba las amenazas de su ex pareja, uno de los hombres juzgados.
Leonardo Hisa y Juan Carlos Guerrero enfrentan el debate imputados por homicidio agravado por el vínculo y homicidio agravado por ser cometido por precio o promesa remuneratoria, en calidad de instigador y partícipe primario, respectivamente, mientras que los hijos de Guerrero, Kevin y Alexis, están presos bajo la misma figura penal, pero en calidad de coautores.
El jurado escuchó con autorización de las partes escritos que la víctima había redactado a pedido de su psicóloga y sus abogados (que ya declararon en este juicio y en otras etapas de la causa), para describir la situación en la que se encontraba respecto a la relación que mantenía con quien entonces era su esposo, el sospechoso Leonardo Hisa.
En un tramo, Carleti escribió: “En un principio la relación iba muy bien, pero luego empezó a mostrar episodios de celos que se hicieron constantes en todos los años. Él fue apropiándose de mí como si fuera un objeto de su posesión. Mantenía relaciones sexuales aunque no quisiera, porque si no se enojaba mucho. Muchas veces le dije que me sentía violada y se enojaba aún más. Creí que yo era el problema y acudí a una sexóloga, pero cuando le tocó ir a él interrumpí las citas”, escribió la víctima.
Las misivas fueron leídas por tramos, de acuerdo a lo que la querella de la familia Gómez Carleti (dos de los hijos de Norma) fue resaltando. “Lo teníamos todo para ser felices, pero él siempre estaba enojado. Para el afuera se mostraba bien, a solas siempre estaba mal conmigo y no quería compartir nada. En 20017, cuando tuvo un fracaso electoral, se puso muy agresivo. Cada vez que no hacía lo que él quería, amenazaba con matarme, matar a mi hijo y suicidarse. Fue muy difícil para mí transitar esta etapa porque sufrí mucho su abandono y su infidelidad”, precisaba Carleti.
Sobre el vínculo empresarial que mantenía el matrimonio, puntualizaba. “En 2016 por una casualidad, me entero que él tenía más acciones de las que debía. Cuando me traía los balances yo le pedía que subsanara ese error. Me sacó de mi casa muchísima documentación y todo el dinero y hasta joyas. Sólo me devolvió un collar que luego de explicarle llorando que era de mi padre, me lo entregó. Me di cuenta de que él tenía decidido separarse desde 2013, pero utilizó todo este tiempo para dejarme en la calle y sacarme todo lo que yo tenía”.
En primer termino había declarado Lucio Hisa, hijo de ambos, acerca de varias cuestiones, entre ellas la inseguridad que su madre habría sentido en su casa. Incluso este joven y su abogado sostienen la hipótesis de que la empresaria fue atacada a puñaladas aquel 5 de marzo de 2018 en su vivienda, por delincuentes que entraron a robar.
Hisa hijo dijo estar al tanto de que su madre tenía dos cajas de seguridad en su habitación. “No sé qué había en esas cajas, pero puedo suponer que tenía plata o algo de valor. Había puesto unos pasadores de seguridad en la puerta de su pieza. Lo hizo cuando yo me fui de la casa y ella se quedó sola. Tomó esa decisión porque a una vecina se le habían metido a robar”, le dijo al jurado.
Con respecto a la relación entre sus padres, manifestó : “Ella nunca me dijo que le tuviera miedo a mi papá, se veían. La semana anterior a que la maten, mi papá tuvo un accidente y ella lo fue a ver. Él tenía el control remoto para entrar a la casa de mi mamá y mi mamá tenía el mismo control para entrar a la casa de mi padre. Era una pareja que iba y venía y que quería darle un cierre a todo, más allá de lo económico”.
La jornada de testimoniales se completó con la palabra de efectivos policiales que realizaron allanamientos y tareas de vigilancia a pedido de la fiscalía en el domicilio de Juan Carlos Guerrero. “Hubo dos medidas en un día, es algo que puede pasar si así lo dispone la fiscalía. La primera fue exhaustiva y en la segunda se buscaron elementos en particular. Se buscó dinero y no se encontró, se buscaban cheques, dólares. Si se hubiese encontrado dinero, se hubiese informado al fiscal”, dijo uno de ellos.