Con el cierre de la declaración de los testigos y a las puertas de los alegatos de acusación, el juicio por la muerte de Paula Toledo (19) ha dejado algunos testimonios y pruebas que complican la situación del acusado, el artesano Marcos Graín (32), de cara a una próxima sentencia.
El tercer juicio por la muerte de Paula empezó el 2 de diciembre pasado y, tras el receso de la feria judicial, continuó la semana pasada, cuando terminaron de declarar todos los testigos. Hoy comenzarán los alegatos de la fiscalía, mañana sería el turno de la querella, el miércoles de la defensa y luego se fijará la fecha para la sentencia.
La hipótesis del fiscal Pablo Peñasco y el abogado querellante Guillermo Rubio sostiene que la noche del crimen Graín fue a buscar a la joven a su casa y luego fueron a comprar cerveza. Con las botellas en su poder, las llevaron a la casa abandonada del barrio El Sosneado, donde finalmente la joven fue abusada, torturada y asesinada.
Graín empezó a ser juzgado por abuso sexual seguido de muerte pero durante el debate la caratula mutó a homicidio criminis causa, delito que tiene pena de prisión perpetua.
Este cambio se produjo porque durante el debate declararon algunos médicos que sostuvieron como causa de la muerte la asfixia mecánica, apoyando la hipótesis de que Paula fue asesinada para ocultar los abusos sexuales que había padecido.
En cambio, para el polémico médico forense retirado Francisco Talio la causa de la muerte fue “inhibición”, es decir, que “las lesiones del ano provocaron un reflejo vasovagal que genera el cuerpo que deja de irrigar sangre y genera un paro cardiorespiratorio”.
Este jubilado no pudo ampliar su declaración porque está imputado, justamente por la presunta irregular forma en que habría realizado su trabajo en este crimen.
Testigos que comprometen
Los relatos de varios testigos comprometen a Graín. Primero, Alfonso Fernández -vecino de la víctima y conocido del imputado- lo ubicó junto a Paula en la esquina de Los Filtros y Blas Parera, previo a que fueran al barrio El Sosneado.
Luego, las hermanas Villafañe lo vieron ya en ese vecindario un poco más tarde, caminando junto a la chica. Pero sin dudas, una de las grandes novedades del juicio se produjo el 11 de diciembre pasado cuando un nuevo testigo que es policía y que tenía 14 años cuando asesinaron a Paula, declaró que vio a Marcos Graín junto a la chica y a otro joven que estuvo imputado en el caso, comprando cerveza antes de que la muchacha fuera asesinada.
Este uniformado, de apellido Quiroz, ubicó la escena cerca de las 2 de la madrugada y se sabe que Paula murió a las 4. El testigo sostuvo que la noche del 30 de octubre de 2003 estaba en la casa de un vecino, frente a la suya, y vio al imputado, Víctor Echegaray, alias “Poroto”, y a una chica que luego, por los diarios de la época, se dio cuenta de que era Paula. Los tres fueron al quiosco que estaba junto a la casa de Quiroz y, luego de golpear, él volvió a entrar en la casa de su vecino.
Con el transcurso de los días se dio cuenta de que la chica que iba con Graín y Echegaray era Paula. En ese momento no dijo nada a nadie por miedo pero luego ofreció una detallada declaración y pidió que la Justicia le dé protección a su casa, donde también vive su madre.
El crimen
El 30 de octubre de 2003 Paula Toledo terminó de hacer unas tareas que debía entregar al día siguiente en la Escuela Polivante de Arte, cuando alguien golpeó la puerta y la invitó a salir. La chica dejó la puerta entreabierta, en señal de que volvería rápidamente.
Al día siguiente su cuerpo apareció en una acequia de la calle Victorino de la Plaza, a 400 metros de avenida Balloffet, en el barrio El Sosneado. Estaba semidesnuda, boca abajo, rodeada de basura y bolsas de plástico.
En un primer momento fue muy difícil identificarla. Según la información policial, los jóvenes fueron vistos ingresando a una casa abandonada que se encontraba en Los Filtros y Jacarandá, donde los chicos del barrio se juntaban a tomar cerveza y, algunos, a fumar marihuana.
En ese lugar fue torturada, abusada sexualmente por varias personas y luego asesinada. Su cuerpo presentaba golpes en la cabeza, producidos por una botella de cerveza, y cortes en el rostro. También mostraba quemaduras.