De la autoría del Alexis José Méndez (33) en la muerte de Ricardo Bazán (29) no hay dudas, pero sí hay distintas teorías de cómo se llegó a ese desenlace fatal. Y las mismas quedaron planteadas este lunes en el arranque del juicio por jurado que tiene al efectivo en el banquillo de los acusados. La fiscalía va por una perpetua y la defensa por una pena mucho menor por un hecho accidental.
La víctima fue ultimada por un balazo en la cintura en la noche del 1 de mayo del 2019, en el barrio La Favorita, de Ciudad. El joven había sido detenido en un control policial y en plena requisa decidió salir corriendo. El imputado, que prestaba funciones en la Comisaría 59 de la zona, lo persiguió y disparó 6 veces; un proyectil hirió a “Ricardito”, quien murió instantes después.
Para los abogados de Méndez, el caso de debe plantearse en el contexto de un episodio en el que hubo negligencia y exceso por parte de este ex auxiliar de la Fuerza. “Alexis estaba cumpliendo sus funciones en un barrio peligroso, en un sector donde no se veía nada a las 10 de la noche. La camioneta en la que andaba Bazán con otras personas venía en actitud sospechosa, querían evadir el control; y él después salió corriendo, nadie sabe por qué. Bazán tenía antecedentes”, sostuvo la letrada Nélida Basso en los alegatos de apertura del debate.
“No tuvo intenciones de matar; sí hubo negligencia y un exceso”, remarcó la defensora, aclarando que no pedirá absolución pero sí una condena por otro delito con respecto a lo que pretende el Ministerio Público Fiscal.
Esta hipótesis defensiva ya la habían planteado durante la investigación y el objetivo es llegar a una sentencia por un homicidio con exceso en el cumplimiento del deber, que tiene la misma escala penal que un homicidio culposo- 1 a 5 años-.
“Se lo cusa de asesino por haber estado en cumplimiento de su trabajo en un control policial”, agregó Octavio Albarracín, quien también representa al imputado. Este abogado se encargará de otra causa que tiene y que también se dirimirá en este juicio, por una acusación de abuso de armas por un hecho ocurrido el 29 de julio del 2018 en San Carlos y en el que habría herido a un militar con un balazo en la pierna izquierda en la vía pública. En esta pesquisa irán por la no culpabilidad, adelantaron.
“Lo dejó tirado como un perro”
Con duros términos el jefe de la Fiscalía de Homicidios, Fernando Guzzo, fue el encargado de abrir los alegatos y describir la conductas de Méndez que se están juzgando.
“El señor Méndez es uno de los que desprestigia a la Policía, es uno de los que no acata la ley. No tiene límites, es uno de los que se siente omnipotente por llevar el uniforme y lo hizo en dos oportunidades”.
“Son dos hechos y un mismo autor. En el primero, de puro guapo, porque no estaba de servicios, estaba de franco en San Carlos, hirió a un militar en la pierna con su pistola reglamentaria. A sólo 9 meses de eso, actuó igual; esta vez de puro guapo pero con uniforme. Arbitrariamente quiso identificar a Bazán, sin que estuviera en una actitud sospechosa. Lo corrió 200 metros y disparó 6 veces. Después lo dejó tirado como un perro y le plantó una arma tumbera para simular que sí estaba armado”, precisó Guzzo.
“A su superior no le dijo que le había disparado a una persona ni que había usado su arma. No dijo nada de lo que había ocurrido”, añadió el funcionario judicial, en relación a que fueron unos vecinos los que encontraron al joven tirado en la calle y lo trasladaron a un centro de salud.
“Les pregunto-refiriéndose al jurado-, ¿esta es la Policía que queremos? ¿esta es la Policía qué merecemos?. Esto ha sido un abuso de autoridad y violencia institucional. Hagamos justicia por todo Mendoza. Yo hoy soy la voz de esta víctima que no está porque fue salvajemente asesinada”, cerró Guzzo.
A continuación alegó la instructora de la causa, Andrea Lazo, que detalló el episodio y las pruebas por la que llevó al efectivo a debate imputado por homicidio agravado por el uso de arma de fuego y por su condición de miembro de las fuerzas de seguridad. Señaló que serán los peritos los que expliquen por que el sospechoso no actuó bajo los procedimientos correctos de acuerdo a su rol-por ejemplo, al no disparar en forma intimidatoria-y por qué hubo intención de matar.
La fiscalía acusa con una calificación con pena única de perpetua, misma condena que perseguirán los abogados de la familia de Bazán.
“Acá nadie está en contra de la Policía, acá se juzga un funcionario policial que avergüenza y desprestigia a toda la institución. Ha defraudado la confianza que le dieron matando a un inocente por la espalda”, expresó el letrado Juan Dantiaq, a cargo de la querella con Lucas Lecour.
“Ricardo trabajaba como recolector y en la construcción. Era padre de familia”, agregó Dantiaq.
El juicio seguirá este martes con declaración de testigos y el ofrecimiento de pruebas y se estima que se extenderá al menos hasta el jueves.