A casi dos años de un crimen en Godoy Cruz, el acusado por el hecho llega a juicio arriesgando una pena mínima de 10 años. Hoy comienzan a juzgar a un joven sospechado de asesinar a un muchacho, quien tras ser herido cayó desvanecido de una moto cuando iba camino al hospital para que lo atendieran.
Por videoconferencia y al menos por los cuatro próximos días, Claudio Ariel Balay (25) se sentará en el banquillo por la muerte de Darío Osvaldo Martínez (24), ultimado de un balazo en la mañana del 21 de noviembre del 2018. El debate estará a cargo del juez Aníbal Crivelli y la fiscalía la representa Gustavo Pirrello, que mandó a juicio el caso con la calificación de homicidio agravado por el uso de arma de fuego. Como móvil aparecen peleas y broncas de vieja data entre víctima y presunto autor, además de un enfrentamiento entre familias.
Martínez fue encontrado sin vida en la calle Talcahuano de Godoy Cruz. El primer reporte policial advertía que se había producido un accidente de tránsito y un motociclista había muerto. Eso fue lo que pensaron los vecinos al denunciar, ya que vieron que dos jóvenes que iban en moto perdieron el control del vehículo y cayeron.
Una hora más tarde la información se rectificó y se comunicó un homicidio: personal de Científica constató que uno de ellos tenía una herida de bala en la zona de la axila derecha. Ello provocó su desvanecimiento y posterior deceso.
Cristian Muñoz, un amigo, iba como acompañante del rodado y terminó con su cuerpo dentro de la acequia, por lo que sufrió politraumatismos y fue llevado a la guardia del hospital Lencinas.
Justamente hacia ese efector se dirigían estas dos personas en aquella mañana, luego de que Martínez fuera atacado en una aparente pelea en un barrio cercano, minutos antes de su fallecimiento.
La investigación no fue sencilla; primero se apuntó contra dos hermanos como los responsables, pero diferentes pruebas y declaraciones pusieron a Balay como principal acusado. Precisamente este último es primo de los primeros sospechosos, por lo que siempre en la causa se habló de la enemistad de dos familias. Incluso, los roces entre el fallecido y los otros involucrados tuvo un antecedente años antes, cuando se habrían peleado en la zona de Los Cerrillos, Godoy Cruz.
El imputado logró mantenerse tres meses prófugo, hasta que lo capturaron en La Favorita, de Ciudad. En ese sector capitalino vivía también Martínez, quien había sido papá hacía un par de meses.
Su familia, por entonces, declaró que el día del hecho él se dirigía a trabajar hacia una chacarita y lo emboscaron. Sus parientes siempre tuvieron en la mira a los mismos sujetos y hasta se manifestaron en Tribunales pidiendo justicia. Hoy su anhelo está más cerca y el esclarecimiento del caso podría concretarse esta semana.