La desaparición de Gisela en La Favorita: la hipótesis menos esperada, vecinos en la mira y un imputado por homicidio

Este viernes trascendió que el caso de Gisela Gutiérrez, vista por última vez en 2015 en Ciudad, tiene tres sospechosos, uno de ellos preso y acusado por asesinato. Los detalles de cómo está la causa.

La desaparición de Gisela en La Favorita: la hipótesis menos esperada, vecinos en la mira y un imputado por homicidio
La joven madre, buscada desde hace más de cinco años. Orlando Pelichotti / Los Andes

Más de cinco años pasaron desde que fue vista por última vez Gisela Paola Gutiérrez en La Favorita, Ciudad. Con pocas pistas pasó el tiempo y no hubo noticias sobre ella, hasta que ahora llegó la hipótesis menos esperada y tres imputados, uno de ellos por homicidio.

De esta mujer, que tenía 25 años al momento de su desaparición, era mamá de tres hijos y estaba embarazada, no se supo nada más a partir del 19 de julio del 2015. En esa noche había ido a visitar a una hermana por parte de su padre allí en el mencionado barrio, y nunca más regresó a su casa. Su madre la vio cuando se dirigía hacia su hogar, pero la joven le hizo señas desde lejos, dándole entender que antes pasaría por otro lugar.

Desde entonces hubo varios rastrillajes en la zona buscando pistas sobre ella, incluso a principios de noviembre pasado la Justicia Federal, Gendarmería y antropólogos llevaron adelante medidas en el viejo autódromo General San Martín.

El sitio elegido fue un chiquero, cuyo responsable aparecía como el principal sospechoso de la desaparición de Gisela. En el lugar los especialistas recogieron diversas muestras de material orgánico para analizar y unos trozos de azulejos de una bañera con manchas de sangre, que podrían servir para un futuro cotejo de ADN con familiares de Gutiérrez.

El último operativo de la Policía Federal en el viejo autódromo. Orlando Pelichotti/Los Andes
El último operativo de la Policía Federal en el viejo autódromo. Orlando Pelichotti/Los Andes

La investigación entró en el fuero Penal por una sospecha de trata de personas, luego de que la mujer denunciara que una ex pareja la explotaba sexualmente para conseguir drogas.

Sus acusaciones impactaron además en la Justicia provincial, al asegurar que fue privada de su libertad y abusada por un grupo de hombres, entre los que estaba quien fuera su novio. Estas causas fueron archivadas y, tiempo después, la fiscalía de Homicidios inició la averiguación de paradero. Justamente la víctima dejó de ser vista tras estas fuertes denuncias.

Y fue la Justicia de la provincia la que hace un par de semanas dio un vuelco inesperado. El fiscal Carlos Torres recibió la declaración de cuatro testigos de identidad reservada, quienes le manifestaron las versiones que habían escuchado sobre el hecho. En líneas generales, dijeron que a Gisela quisieron abusarla sexualmente en una casa de La Favorita, y ante su resistencia le pegaron un balazo en la cabeza.

Su cuerpo lo habrían cargado en un auto y entre dos sujetos lo enterraron en inmediaciones del dique Frías, límite entre Godoy Cruz y Capital. Esto, según sostienen los pesquisas, ocurrió entre la noche del 20 de julio y la madrugada del 21, en 2015. En el sector indicado donde habrían ocultado el cadáver, hace semanas hubo rastrillajes y hallaron un resto óseo y el bretel de un corpiño.

El aporte de estos testigos-ninguno es presencial ni vio a la mujer por esos días-, derivó en la detención de tres vecinos del barrio: Héctor Días Tejera y los hermanos Marcos y Daniel Quiroga. El primero de ellos fue imputado como el autor material por homicidio agravado por el uso de arma de fuego, y los otros dos por encubrimiento agravado.

La búsqueda en el barrio.
La búsqueda en el barrio.

Los tres fueron detenidos el 18 de noviembre, en medio de un hermetismo que se rompió este viernes. El principal acusado está preso a la espera de la audiencia de prisión preventiva, mientras que los hermanos recuperaron la libertad al estar imputados por un delito excarcelable-1 a 6 años de pena-. Los tres habrían estado en la vivienda donde asesinaron a la víctima, ubicada a cinco cuadras de donde vivía la joven.

Las últimas novedades de la investigación sorprendieron a la familia Gutiérrez y a su abogado, ya que nunca tuvieron a esos hombres en el radar de los sospechosos. Además, agregan que Gisela no tenía relación con ellos y no había motivos para que estuviera allí.

Más allá de esto le brindaron su apoyo al fiscal, aunque el querellante pedirá la carátula de femicidio, que tiene pena perpetua.

No es un dato menor en el expediente que desde hace meses hay una recompensa ofrecida por el Ministerio de Seguridad de la Nación de 500.000 por el paradero, lo que podría haber alentado a que los testigos claves se presenten para colaborar.

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