La quinta audiencia del jury contra la magistrada Ana Clara Pérez Ballester y la asesora de menores Elisa Alejandra Catán tuvo un fuerte careo entre Ramón Dupuy, abuelo de Lucio (el nene asesinado en 2021 por su madre Magdalena Espósito Valenti y la pareja Abigail Páez), y la exabogada de la familia, Adriana Mascaró.
Fue este martes por la mañana cuando se reanudó el juicio contra Pérez Ballester, acusada de un presunto mal desempeño en la tramitación de los expedientes por la tutela y el cuidado personal del nene de 5 años. En ese contexto, Ramón Dupuy enfrentó a quien fuera la abogada contratada por él tiempo atrás, Adriana Mascaró. Esta mujer fue quien representó a la tía política del nene, Leticia Hidalgo, cuando firmó el acuerdo de cuidado personal con Espósito Valenti (mamá) para que volviera a tener la custodia de su hijo.
Dupuy y Mascaró repasaron hechos respecto al estado de salud de Lucio, así como de los cruces por la tenencia, que terminó con el chico viviendo junto a quienes fueron sus maltratadoras y, finalmente, asesinas. Durante la audiencia, el abuelo de Lucio responsabilizó a la exabogada de la familia por la muerte del chiquito. Ella, en cambio, cuestionó que él no se involucró luego de que Lucio volvió con su mamá.
Ramón Dupuy aseguró que le entregó a Mascaró “una carpeta con fotos donde (la madre y su pareja) hacían cosas delante de Lucio, fotos con plantas de marihuana donde estaba Lucio, chats con pruebas de agresividad hacia Christian (el papá de Lucio). Toda esa prueba no sirvió de nada. Esas pruebas se las presenté a la abogada y ella se las llevó a la jueza (Pérez Ballester). Nosotros se las dimos a la abogada para que las presentara. La abogada dijo que las presentó y que la jueza contestó que no nos devolvía a Lucio porque mejor que con la madre no iba a estar”.
Cuando le preguntaron dónde están las fotos y quién las tiene, Ramón Dupuy respondió “creo que hay copias” y “no sé”. Luego agregó: “Creo que están en el expediente”.
La abogada en su declaración testimonial había expresado: “Nunca me entregaron nada. Si me hubieran entregado esas fotos, no hubiera aceptado que se firmara el acuerdo (por el cuidado personal); pero nunca me entregaron nada. Lo único que recibí fue una foto de Leticia (Hidalgo, la tía) quejándose porque la mamá le había hecho un corte de pelo raro, pero ahí no había nada para sospechar sobre alguna una situación de riesgo. Fue la única foto a la que tuve acceso”.
Lo que siguió fue un intenso intercambio verbal entre ambos. En uno de los tramos del diálogo, se dijeron lo siguiente, según reprodujo El Diario de La Pampa en su publicación periodística:
Adriana Mascaró: –¿Esas fotos fueron cuando Lucio ya estaba con su mamá? Entonces cómo me podés decir que me diste esas fotos si ya el nene estaba con la mamá y yo, en ese momento, ya no intervenía.
Ramón Dupuy: –Te llevé una carpetita con hojas transparentes… seis o siete hojas. Fui con Maxi y te dije que en cinco o seis años Lucio iba a estar en la calle…
AM: –Cómo podés decir que me diste una foto con las plantas de marihuana, que fue sacada en una época en la que yo ya no trabajaba con ustedes.
RD: –Fue una semana después de que se trajeran a Lucio a Santa Rosa. Y me dijiste que no podían llevárselo porque había restricciones de circulación (por la pandemia).
AM: –¿Cómo iba a decirte eso si sabía que existía una disposición nacional que exceptuaba de esa restricción a los traslados por regímenes comunicacionales? Incluso le ofrecí a Leticia y a Maxi que los acompañaba a la policía a hacer la denuncia y a venir a Santa Rosa.
RD –Vos nos dijiste que no se podía circular y que (la madre) algún permiso habría conseguido.
AM: –¿Cómo voy a decir eso si sabía que había una disposición?
RD: –No dijiste eso (sobre lo de acompañarlos a formular la denuncia).
AM: –Si hubiera tenido esas pruebas, no hubiera aceptado el acuerdo. No distorsiones…
RD: –Yo no distorsiono nada.
AM: –A mí me llamó Leticia (Hidalgo, la tía) diciéndome que estaba cansada, que no quería seguir renegando con la mamá de Lucio y aguantando que fuera cada 15 días a hacer lo que quisiera.
RD: –Adriana, yo te dije ‘haceme devolver al nene’. ¿Te lo dije o no?
AM: –Jamás me diste esas pruebas ni la carpeta.
RD: –No podés decir eso, Adriana…
AM: –Si vos pensabas que tu nieto corría peligro por qué, si supuestamente tenías esas pruebas, no hiciste una denuncia en la policía.
RD: –Iba a ser adivino…
AM: –Tampoco jamás me hiciste una denuncia en el Colegio de Abogados por mi actuación…
RD: –Por la amistad que teníamos.
AM: –El día que mataron a Lucio me llamaste desesperado pidiéndome una copia del convenio, te la di en mi casa porque sabía por lo que estabas pasando.
RD: –No fui a pedir nada.
AM: –Ah… ¡por favor! Viniste a mi casa. Entiendo tu dolor, pero eso no te da derecho… Ustedes tampoco se percataron de nada. Un año y medio pasó desde que se trajo a Lucio a Santa Rosa.
RD: –Un año y tres meses.
AM: –Querés hacer responsable a personas que no tienen nada que ver.
RD: –Ah… ¿Nosotros somos los asesinos de Lucio? ¡Ustedes tienen la culpa! Vos y ellas dos (señalando a la jueza y a la asesora). Lo voy a seguir sosteniendo hasta el último día.
AM: –Si hubiera tenido esas pruebas, nunca hubiera aceptado firmar el acuerdo. Antes de la muerte de Lucio, en julio de 2021, intervine en un expediente de una familia de Eduardo Castex que pedía la restitución de sus hijos. Cuando vi las pruebas en contra de los padres dejé de actuar, no quise seguir porque vi situaciones de violencia familiar. Con este quiero demostrar que si hubiera tenido esas pruebas, no hubiera dicho que se firmara el acuerdo.
RD: –Tuviste esas pruebas porque yo te las entregué.
AM: –Mentira. Yo ya no estaba trabajando con ustedes (cuando se habrían tomado esas fotos).
RD: –Acá parece que la familia Dupuy hubiera asesinado a Lucio. Fueron cuatro años de felicidad con nosotros. No somos asesinos.
A continuación, el juez Fabricio Luis Losi dio por terminado el careo entre el abogado del nene y la abogada que había contratado la familia.