La recompensa ofrecida por Gobierno fue la clave para dar con la identidad de Gabriel Alejandro Romero Brasil (36) y Marcelo Gastón Mendoza Carrizo (32), los dos detenidos por el homicidio del fletero Juan Villanueva.
Según trascendió, al menos unas cinco personas llamaron o se presentaron ante la policía para aportar datos que permitieron dar con los dos sospechosos, cuyos rostros no se podían ver en videos registrados por las cámaras de seguridad cercanas a la escena del crimen.
Ahora, las autoridades judiciales y policiales analizan cuales fueron los datos que realmente permitieron esclarecer el homicidio. No ha trascendido si la recompensa de 700 mil pesos será repartida entre todos los testigos o si bien a cada uno le tocara la cifra total.
Lo cierto es que los datos ofrecidos por estos testigos permitieron identificar a Romero, quien habría ofrecido una camioneta como la Villanueva al venta, antes de que fuera quemada.
Luego a través de Facebook los efectivos de Homicidios lograron identificar a Mendoza que, tal como lo dijo Villanueva antes de morir, tiene un tatuaje en la cara.
Desde el 13 de abril –tres días después que Villanueva fuera baleado- el Ministerio de Seguridad ofrece una recompensa de 700.000 pesos “para quien brinde información fehaciente que permita dar con el/los autores del hecho en que resultó gravemente lesionado Juan Villanueva”.
Es muy poco habitual que las recompensas sean útiles para resolver casos policiales. El último caso que se recuerde en Mendoza es la recompensa de 50 mil pesos que ofrecía la familia del israelí Gil Pereg que fue a las manos (o mejor dicho a las patas) de los perros de la ONG Escam, cuyos canes adiestrados encontraron los cadáveres de Pyrhia Saroussy y Lily Pereg, en enero de 2019.
El crimen del fletero
El 10 de abril pasado Juan Villanueva fue víctima de un asalto en el que resultó gravemente herido. El hombre se resistió al robo de su camioneta en Guaymallén porque creyó que su madre de 82 años estaba dentro del vehículo cuando dos delincuentes lo abordaron.
Desesperado, Villanueva se colgó de la caja del rodado y recibió un disparo en el pecho. Tras varios días internados falleció el martes 19 de abril.