La detención de su madre llevó a que Franco Nahuel Ábrego Díaz (26) –conocido en el mundillo del delito local como “Cara cortada”- se declarara culpable del asesinato de Lucas Nahuel Ampuero (25), cuyos restos fueron encontrados, en mayo pasado, desmembrado y quemados en un descampado del Oeste de Godoy Cruz.
De esta forma, será la primera vez que el joven que se hizo famoso por ser una de los soldaditos de “La Yaqui” Vargas, va a ser condenado por un asesinato, luego de ser investigado por lo menos en 5 casos de homicidio.
El viernes, durante una audiencia de prisión preventiva “Cara Cortada” decidió confesar haber sido el autor de crimen, al tiempo que despegó a su madre, Nora Beatriz Díaz, quien había sido detenida e imputada como “partícipe secundaria” de homicidio.
Esta declaración precipitó la resolución de caso: la fiscal de Homicidios Andrea Lazo le dio la libertad a la mujer, al tiempo que cambió la calificación del expediente: Ábrego estaba imputado por “homicidio agravado por uso de arma y por ensañamiento” y ahora está por “homicidio agravado por uso de arma”.
Con esta calificación, en los próximos días el abogado defensor de Ábrego –Sergio Carreño- combino con la fiscal Lazo la realización de un juicio abreviado que tendría una pena que sería pautada en 16 años de cárcel.
Ábrego declaró brevemente y no dio mayores detalles sobre el homicidio que fue cometido precaria vivienda del asentamiento La Quebrada de Godoy Cruz, es decir el domicilio habitual de Nora Díaz.
Allí, el 26 de febrero pasado, “Cara Cortada” le habría disparado dos veces -un tiro fue directo a la cabeza a Ampuero, quien falleció instantáneamente. Luego, allí mismo, intentó incinerar el cuerpo en un tacho metálico de doscientos litros, logrando su objetivo parcialmente.
Es por eso que luego habría arrojado parte de cadáver en un cerro ubicado al sur de asentamiento, donde después fueron encontrados por la policía tras una serie de rastrillajes por la zona.
El 6 de marzo pasado, “Cara Cortada” llamó a la línea 911 de la Zona Este que se encontraba en la Escuela Alfonso Bernal, ubicada en calle Circunvalación, en el distrito de Medrano y que su intención era entregarse a la Justicia, ya que sabía que era buscado intensamente por la Policía.
Al día siguiente Lazo lo imputó por el delito de homicidio agravado por uso de arma y por ensañamiento, luego de que el Laboratorio de Genética Forense confirmara a través de un análisis de ADN que el miembro superior encontrado el viernes anterior pertenecía a Ampuero. El análisis de esta prueba resultó complejo, ya que el material analizado se encontraba quemado.
En 2012 –con solo 17 años- “Caracortada” tuvo sus primeros “15 minutos de fama”: una cicatriz en la cara, que lo perseguirá de por vida, aun luego de que una cirugía plástica se la borrara, le adjudicó el cinematográfico apodo de “Cara Cortada”. En noviembre de ese año un “presunto” policía publicó una foto suya en Facebook. En la imagen aparecía junto a unos amigos, la mayoría menores luciendo sus armas de grueso calibre.
Cinco veces investigado
Ese mismo mes la Policía intentó allanar una casilla ubicada en el barrio Campo Papa, donde vivía junto a su mujer, una chica de 17años y su bebé. Era buscado por los asesinatos de los hermanos Marcelo (19) y Daniel Pavés (30), ocurrido el 24 de noviembre en el barrio San Vicente.
Además, se sospechaba que podría haber participado en otros 2 homicidios, todos vinculados al enfrentamiento entre bandas narco en el Gran Mendoza. Dos de esas presuntas víctimas fueron identificadas como Jorge Mondoví (37), muerto a tiros en el barrio Susso de Godoy Cruz, y Rubén Cáceres (33), cuyo cuerpo, al mejor estilo mafioso, había sido quemado y seccionado para introducirlo en dos bolsas de consorcio y fue encontrado semienterrado en la Olla, conocida zona del interior del barrio Campo Papa.
El 26 de abril de 2020 falleció en el hospital Central Oscar Gordillo (18), luego de permanecer internado desde el 19 de abril, cuando fue baleado en el sector de barrio Campo Papa conocido como “La Isla”. Por este homicidio Ábrego fue imptuado pero luego se comprobó que nada tenía que ver.
En todas estas causas logró evitar la cárcel ya sea por la edad o la falta de pruebas.
Solo fue condenado una vez: en junio de 2016 lideró una levantamiento en el ex Cose donde se le adjudicó una tentativa de homicidio a uno de los operadores del lugar. Por ese hecho fue condenado en 3 años y 10 meses de cárcel que cumplió, ya siendo mayor en el penal de Almafuerte, desde donde fue liberado en abril de 2020.