Este jueves pasó la cuarta jornada en el juicio por jurado contra Gil Pereg (40), acusado de matar a su madre y a su tía en enero del 2019 en su casa de Guaymallén, y además de los testigos que declararon acerca de su salud mental y su imputabilidad, hubo un testimonio importante vinculado a las pruebas genética y que complicó al imputado.
Dicha testimonial estuvo relacionada con el análisis y la preservación de las muestras que fueron recogidas tanto en el departamento de calle España de Ciudad, donde por unas horas habitaron las víctimas, Lily Pereg (54) y Phirya Saroussy (63), tía y madre respectivamente del sospechoso, y los rastros que se extrajeron del predio de calle Roca, en el que vivía el detenido y que fue la escena del crimen.
El director del Registro Provincial de Huellas Genéticas de Mendoza, Miguel Marino, relató ante el jurado las actuaciones que llevó a cabo el laboratorio en el caso. “Analizamos los cepillos de dientes que fueron hallados en el departamento de las mujeres; una bolsa de cemento y una remera con manchas de sangre que fueron traídas desde la casa de Pereg. En la remera blanca se determinó que había sangre compatible con la de la madre, y en la bolsa de cemento, las muestras coincidían con el ADN de Lily Pereg”, detalló el profesional.
Se trata de dos fuertes indicios científicos que involucran al israelí con los hechos que habrían ocurrido en su propiedad.
Este viernes será la quinta audiencia del debate, que tendrá receso durante el fin de semana. El proceso se retomará el lunes y todo está previsto para que culmine el miércoles de la semana que viene.
Pereg está imputado por homicidio agravado por el vínculo (en el caso de su madre) y homicidio agravado por el uso de arma de fuego (respecto de su tía), delitos por los que arriesga prisión perpetua.