Una nena de 13 años llegó acompañada de sus padres a la guardia del hospital Lagomaggiore porque presentaba un fuerte dolor en la zona abdominal. Los médicos que la revisaron determinaron que la menor cursaba la semana 16 de embarazo. Acto seguido el caso pasó a la Unidad Fiscal de Delitos contra la Integridad Sexual para investigar si fue víctima de abuso sexual, mientras que los padres pidieron que se le practicara un aborto legal.
La secuencia tuvo inicio el viernes pasado, cuando la niña comenzó a sentir intensos cólicos. Sus padres, ante la preocupación, decidieron llevarla al segundo centro asistencial más grande la Ciudad y los galenos que la recibieron la sometieron a diferentes estudios en la zona abdominal, así como a análisis de orina y sangre para saber con precisión qué le podría causar esos dolores.
Minutos más tarde, los médicos les informaron a los padres que, entre los resultados obtenidos, se podía saber que la nena ya cursaba el cuarto mes de embarazo. Ambos progenitores se mostraron sorprendidos ante la noticia y aseguraron que ni siquiera se habrían imaginado una situación similar.
El círculo de la menor, en la lupa
Ante la condición de la menor, los médicos del Lagomaggiore le dieron aviso a la Justicia de que en el hospital había una paciente presunta víctima de abuso sexual. A partir de ese momento, el caso pasó a manos de la Unidad Fiscal de Delitos contra la Integridad Sexual y el fiscal Gustavo Stroppiana encabezó la investigación.
Por la poca edad de la víctima, la Justicia decidió actuar de oficio, es decir, que se dio inicio a una investigación a pesar de que no hubo denuncia directa por parte de la persona damnificada ni de sus padres. Sin embargo, entre las primeras líneas investigativas se apuntó al círculo familiar de la nena debido a que, casi en la mayoría de casos similares, el abusador suele ser alguien muy cercano.
Entre los estudios que ordenaron los investigadores se incluyó una muestra genética corporal de la muchacha con el objetivo de obtener material de ADN y de ese modo contar con una huella para futuros cotejos.
Además se podrá peritar a los sospechosos del abuso sin necesidad de volver a exponer a la víctima a nuevas pruebas. Aunque todavía no hay detenidos, la fiscalía no descarta poder estar cerca del autor.
La familia, que es oriunda del Gran Mendoza y tiene una situación económica modesta, tomó la decisión de que a la niña se le practicara la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), que por ley los médicos llevaron adelante.
Del feto se tomaron muestras de ADN que también serán parte del Registro Provincial de Huellas Genéticas y analizadas por el Laboratorio de Genética Forense.
Por qué se le realizó la IVE
La Ley 27.610, aprobada a fines del año pasado en Argentina y vigente desde el 24 de enero de este año, establece que una persona puede interrumpir de manera voluntaria y legal su embarazo hasta la semana 14 de gestación.
La misma ley reza en uno de sus apartados que, fuera del plazo dispuesto, la persona gestante tiene derecho a decidir y acceder a la interrupción de su embarazo sólo si fuera resultado de una violación, con el requerimiento y la declaración jurada de la persona gestante ante el personal de salud interviniente. Pero en los casos de niñas menores de 13 años, la declaración jurada no es requerida.
