Un joven llegó con una herida de arma de fuego en el pecho al hospital Lagomaggiore, en Ciudad. Pero cuando los médicos se preparaban para ingresarlo a quirófano, el paciente se quitó el suero y se retiró, malherido.
El insólito episodio ocurrió esta tarde, según confiaron fuentes policiales. A la guardia del nosocomio capitalino llegó un automóvil VW Trend de color rojo. El conductor trasladaba a un joven con una herida de bala.
De inmediato, el herido, de apellido González, fue atendido por una médica de guardia, quien determinó que presentaba una herida de arma de fuego en el costado izquierdo del pecho, con orificio de entrada sin salida.
Como el plomo había quedado alojado, la víctima necesitaba una cirugía para extraerlo. Aunque para sorpresa de los médicos y enfermeros que se aprestaban a ingresarlo a quirófano, González se quitó el suero y demás implementos médicos y se retiró del lugar sin dar explicaciones, con el plomo aún incrustado en el pecho.
Creen que no quiso dar precisiones sobre el ataque que le causó la severa herida. De todos modos, los policías están atentos por si la actitud del joven le provoca una condición más seria en su salud o si se generan “ajustes de cuentas” por el ataque en las próximas horas.