Se desaparición era un misterio y su familia lo buscaba con desesperación desde el miércoles pasado cuando se juntó con tres hombres para vender su casa en Godoy Cruz. Los posibles compradores “no le inspiraban confianza”, le había asegurado a un amigo ese día. Nunca más se supo nada de él. Hasta esta madrugada que se confirmó lo peor: fue asesinado y su cuerpo lo arrojaron en Blanco Encalada.
Nahuel Nicolás Acevedo tenía 34 años. Por su crimen hay tres personas detenidas, en las próximas horas serían imputados por, en un principio “homicidio criminis causa”. Los investigadores lograron llegar al cuerpo del joven porque uno de los aprehendidos se quebró y confesó el asesinato y señaló el lugar donde estaba el cadáver.
No contesta los mensajes
Nicolás y un amigo de 52 años intercambiaron mensajes a comienzo de esta semana. En la charla virtual, Acevedo contó que se iba a reunir con tres presuntos compradores que habían mostrado interés en su casa de Corrientes al 1.854, de Godoy Cruz.
Pero antes de que se concretara la reunión, Nicolás le advirtió a su amigo que los posibles compradores “no le generaban” confianza. Él los conocía a los tres, habían trabajado juntos en el negocio de fletes. Es más, uno de los aprehendidos vive a tres casas del domicilio de la víctima fatal.
Casi dos días más tarde, preocupado por la falta de respuesta de su amigo y más por su último mensaje. El hombre de 52 años fue hasta la subcomisaria Gobernador Benegas, relató lo sucedido y pidió que policías lo acompañar a revisar la casa de Acevedo.
Hasta la calle Corrientes llegaron los uniformados que ingresaron a la casa de Nicolás con la copia de la llave que su amigo les dio. En el interior no había nadie, pero manchas de sangre en la habitación del por entonces desaparecido encendieron las alarmas y comenzó una frenética búsqueda de Acevedo.
Detenidos y confesión
Con los datos aportados por los testigos y con el conocimiento de esta supuesta reunión de negocios previa a la desaparición, los investigadores aprehendieron ayer al primer sospechoso: Ernesto Funes Berrio (54) quien cuenta con una larga lista de delitos.
Funes Berrio tiene en su expediente tres causas por violación durante un robo y otro con privación ilegítima de la libertad. Además de robos simple y agravados por el uso de arma de fuego, falsificación de documentos y amenazas.
Este detenido no aportó prácticamente nada a la investigación. Sino que fue uno de los otros dos apresados el que terminó por confesar todo. Casi de inmediato a la detención de Ernesto Funes, los efectivos llegaron a los otros dos sospechosos: Felipe Funes y Leandro Luján, alias “El Ñato”.
Uno de estos dos últimos confesó que el cuerpo “podría estar” por la zona de Blanco Encalada. Allí, hallaron anoche el cadáver de Nahuel Nicolás Acevedo (34). Lo habían “descartado” en un descampado y estaba envuelto con nylon y algunos trapos. El vehículo utilitario de la víctima, una Peugeot Patagónica, aún no es encontrada. Este rodado será clave para las pericias.
Se querían quedar con la casa
Nicolás llegó desde Buenos Aires a Mendoza por amor hace varios años. Estaba en pareja con una mendocina, pero esa relación había terminado hace ya algún tiempo. Por esto, el joven había decidido vender su casa en Godoy Cruz y regresar a su lugar de nacimiento.
Entre flete y flete Acevedo comentó sus planes y ahí fue cuando Ernesto Funes se mostró interesado. Pero aparentemente nunca estuvo en los planes del sospechoso pagar por la vivienda.
Según las primeras averiguaciones, los tres detenidos llegaron al encuentro con Nicolás pero no con la intención de robar los objetos del inmueble sino que directamente pretendían quedarse con la casa.
Según fuentes consultadas, los sospechosos llegaron con sus propias “condiciones” de venta que lógicamente no beneficiaban en nada al vendedor y en medio de “apuradas” que incluyeron violentas golpizas habría ocurrido el asesinato.
Esta línea investigativa adquirió mayor fuerza cuando hallaron en la casa de Ernesto Funes Berrio (54) la escritura del inmueble de la víctima.
Aparentemente, Acevedo fue asesinado a golpes. El fiscal de Homicidios Gustavo Pirrello quedó a cargo de la investigación.
