Un joven de 19 años está detenido y acusado de asesinar hace 11 días a su novia, una adolescente de 16 años de la localidad bonaerense de Campana. Durante ese tiempo, el presunto femicida se mantuvo prófugo.
Se trata de Franco Moreyra, quien fue apresado pasadas las 15.30 de este miércoles en la casa de una hermana suya, en la localidad de Ingeniero Maschwitz, partido de Escobar.
El acusado por el femicidio de Keila Moreyra (16) estaba prófugo desde hacía 11 días. Sus familiares llamaron a la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) porque quería entregarse.
Los policías se dirigieron al inmueble y lo detuvieron por orden de la fiscal de la causa, Laura Brizuela, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 2, del Departamento Judicial Zárate -Campana.
De acuerdo a Télam, la funcionaria judicial lo indagará por el delito de “homicidio agravado por el vínculo en contexto de violencia de género”, que prevé la pena de prisión perpetua.
Además, la Policía continúa la búsqueda de un amigo del imputado que estuvo al momento del crimen y con el que escapó a bordo de un auto.
Cómo ocurrió el femicidio
El crimen de Keila se registró el sábado 17 de octubre en una casa ubicada en la calle Barreto al 500, del barrio La Praderas de Campana, a unos 80 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires.
Un llamado al 911 alertó sobre la joven fallecida en el interior de una vivienda, por lo que el personal de la comisaría de Campana arribó al lugar de inmediato.
Al ingresar al inmueble, los efectivos constataron que la adolescente había fallecido de un escopetazo arriba de una de sus orejas.
La chica estaba con su novio y un amigo, quienes escaparon a bordo de un auto tras el hecho.
Antes de huir, el novio de Keila fue a lo de su madre, a quien le confesó que estaba manipulando el arma de fuego y accidentalmente la mató.
“Por los elementos de prueba que se encontraron en el lugar en ningún momento la hipótesis fue la del accidente y, sumado a ello, por la fuga y la falta de asistencia a la víctima al momento del hecho”, precisó un vocero encargado de la pesquisa, quien añadió: “Se fueron y la víctima todavía estaba viva”.
Las fuentes añadieron que la madre de Franco Moreyra llamó a una hermana suya, la cual avisó al hermano mayor del acusado lo que había ocurrido, por lo que éste hombre se dirigió a la casa donde vivía la pareja.
“Él encuentra a Keila y la trata de reanimar, ella fallece en ese momento y ahí le pide a la vecina que llame al 911, pasaron por lo menos cuarenta minutos”, aseguró el vocero.
Por su parte, el amigo del sospechoso tiene la misma calificación legal porque todavía no se sabe quién fue de los dos el que disparó.
Además, los investigadores establecieron que la escopeta calibre .12 hallada en el lugar del hecho era compatible con el cartucho recuperado en la autopsia.
Familiares de la adolescente marcharon días atrás para pedir Justicia por el femicidio y que detengan a los responsables.