Intubada con respiración asistida, en estado delicado y con quemaduras de tipo A y AB en el torso y en los brazos. Así permanece en una habitación del hospital Lagomaggiore la mujer de 37 años que el último lunes fue atacada en San Rafael. Por el hecho se entregó su pareja, 10 años menor, pero aún no ha sido imputado ya que la Justicia está a la espera del resultado de pericias de bomberos y de Policía Científica, además de los informes del Cuerpo Médico Forense.
La víctima, de apellido Pino, llegó a las 2 de la madrugada del pasado lunes al hospital Schestakow. Tenía severas quemaduras en distintas partes del cuerpo, por lo que fue rápidamente asistida y luego quedó internada en la Unidad de Cuidados Coronarios Quirúrgicos, según informaron fuentes policiales tras el hecho. Pero, ante la gravedad del cuadro, fue derivada en helicóptero sanitario de la Policía al hospital Lagomaggiore, en Ciudad.
“Tiene el 45% del cuerpo quemado y su estado de salud es delicado”, indicaron desde el Ministerio de Salud provincial a Los Andes. Desde esferas judiciales ampliaron que “el estado general de la víctima es de carácter reservado por estas horas y permanece internada en el hospital Luis Lagomaggiore, intubada con respiración asistida, hemodinámicamente estable y con quemaduras en torso y miembros superiores de tipo A y AB”.
Mientras tanto, la Fiscalía de Instrucción 1 de San Rafael, a cargo de Iván Ábalos, espera los resultados preliminares de las pericias que los bomberos voluntarios del Sur provincial y peritos de Policía Científica realizaron hasta alrededor de las 6 de la mañana en la vivienda donde habría ocurrido el ataque, en el distrito Las Paredes.
Y si bien para los pesquisas el caso se caratularía como femicidio en grado de tentativa, el presunto responsable aún no fue imputado.
El hombre de 27 años de edad se presentó horas después de que Pino fuera internada y se entregó a las autoridades en la sede de Investigaciones sureña. Luego fue trasladado a la comisaría 60. El relato de las hijas de la mujer es lo que más lo complica, pero serán las pericias las que determinen su futuro escenario penal.
Es que las menores, de 14 y 16 años, relataron a los sabuesos que instruyen el caso que los gritos desesperados de su madre las despertaron alrededor de la 1 de la madrugada del lunes en la casa que comparten, ubicada sobre la ruta provincial 157. Fue la menor de las hijas quien se despertó por los alaridos y alarmó a su hermana.
Una primera versión aún permite especular que la víctima se autoprovocó las lesiones ya que, según admitieron desde su entorno, padece problemas mentales y es medicada por ello.
Pero una segunda versión brindada por las hijas de la mujer sumó que horas antes, apenas entrada la noche, Pino y su pareja habían protagonizado una violenta discusión, por lo que la mujer las había enviado a dormir a sus habitaciones.
Con el pedido de ayuda, las niñas acudieron a asistir a su mamá y fue cuando, de acuerdo a su relato replicado por fuentes oficiales, el sospechoso les habría dicho: “Me voy porque va a venir la Policía y me va a llevar detenido”. De acuerdo a ese relato, el joven luego se retiró con un bolso y unas zapatillas blancas con aparentes manchas hemáticas.
Por ello, las pericias, sumadas a los informes del Cuerpo Médico Forense, serán clave para aportar pruebas que permitan responsabilizar al hombre o liberarlo de culpas.