La Fiscalía de Homicidios intenta conocer la trayectoria que hizo la bala perdida que terminó con la vida de la estudiante de diseño gráfico Mariana Domínguez (28), cuando festejaba la Navidad en el patio de su casa, en Villa Hipódromo, Godoy Cruz.
Es que con el recorrido hizo hecho el proyectil permitiría fijar la ubicación del tirador que mató a la joven que festejaba junto a su familia y que repentinamente se descompensó, por lo que fue llevada al hospital El Carmen, donde los médicos comunicaron que había recibido un disparo en la cabeza.
Ni bien se conoció el caso, personal policial de Investigaciones y de la Fiscalía de Homicidios a cargo del fiscal Gustavo Pirrello comenzaron a trabajar en el caso como un homicidio.
Una fuente judicial indicó a Los Andes que están frente a un “homicidio con dolo eventual”, es decir que el tirador, al estar en una zona poblada, debió representarse mentalmente que podía herir o matar a alguien aun sin conocer a esa persona.
Es decir que no trató de un “homicidio culposo”, de una muerte accidental como podría ser, por ejemplo, la muerte de una persona a manos de un cazador o de alguien que manipulaba un arma que se disparara accidentalmente.
El homicidio con dolo eventual tiene una pena que va de los 11 a los 33 años de prisión; en tanto que el homicidio culposo, tiene penas que van de los 3 a los 5 años de cárcel.
La investigación
Esta mañana los investigadores esperaban los resultados de la necropsia que se estaba realizando en el Cuerpo Médico Forense para tratar de reconstruir el caso.
En principio, nadie pone en duda que la joven fue víctima de una bala perdida: alguien accionó un arma de fuego a modo de pirotecnia para celebrar, de una forma brutal, la Navidad.
Personal de Científica que trabajó en la desdibujada escena del crimen, encontró un orificio en una especie de toldo de tela media sombra que cubría el patio trasero de la vivienda.
“Ese agujero es compatible con la marca que deja un arma de fuego y con el trayecto que podría haber realizado la bala”, explicó una fuente judicial que trabaja en la investigación. Conocer la trayectoria del disparo es fundamental para tratar de ubicar dónde se encontraba el tirador en el momento de disparar.
Los investigadores se encuentran analizado también el material fotográfico registrado por Científica para tratar de trazar la trayectoria del proyectil, teniendo en cuenta la posición de la joven al momento de hecho, según el testimonio de la familia.
Otra punta de la investigación es el análisis de Balística: extraído el proyectil y tras ver si puede ser sometido a una pericia para determinar el calibre, se comparará el plomo con el registro de la base de datos, teniendo en cuenta que cada proyectil disparado tiene un tipo de estría particular que se imprime con el paso del plomo por el caño del arma.
La mecánica del hecho es concisa: Mariana estaba en el patio de su casa, se descompensa y es llevada al hospital. La familia se entera que había recibido un balazo cuando los médicos le dan la noticia.
La policía y la fiscalía están frente a una investigación compleja: la escena de crimen no arroja muchos datos porque la joven fue trasladada y por otra parte, el tirador podría haber estado en cualquier lado, incluso a un par de cuadras de lugar si el disparo fue hacia arriba y descendió finalmente en el patio de los Domínguez.
Además, el disparo se dio en el contexto que lo hizo pasar desapercibido: festejos navideños, gente tirando pirotécnica, fuegos artificiales y alguien que accionó un arma, en la vía pública o bien dentro de su casa.
La familia se dio cuenta cuando llegaron al hospital
En los primeros minutos del domingo 25, en pleno festejo navideño, Mariana Domínguez se descompensó en el patio trasero de su casa, en Picheuta al 800 de Villa Hipódromo, una zona “tranquila”, según sostienen los policías que conocen el lugar.
Cerca de la 1.50 Los familiares de Mariana la trasladaron en un auto hasta la guardia del hospital El Carmen. Los médicos al constatar la gravedad de cuadro decidieron trasladar en una ambulancia hasta el hospital Central.
Allí, los médicos diagnosticaron “herida de arma de fuego con orificio de entrada sin salida en occipital izquierdo parte posterior”, quedando el proyectil alojado en el cráneo, lo que le produjo muerte cerebral.
Según declararon sus parientes, en momentos que se encontraban cenando, la joven se levantó a buscar agua y se desvaneció. Su familia, al ver que la chica empezó a perder sangre por la nariz y oído, decidió llevarla al hospital. Y allí se enteraron que había un balazo en el cráneo, lo que determinó su fallecimiento, ayer por la tarde.
Según información policial, ayer a las 13:47 desde este CEO se consultó el estado de salud de la chica, informándose que se encontraba en estado crítico. A las 15:11 se procede a consultar nuevamente al Hospital Central el estado de salud de la víctima, informándose que la misma “había fallecido a las 13:54″.
