A la espera de la imputación al hombre detenido ayer en San Luis, acusado de haber asesinado a una mujer y luego desmembrado y quemado en un descampado en Las Heras, los investigadores esperan obtener rastros de ADN que les permitan sostener la acusación.
Por estas horas se espera que la fiscal de Homicidios Claudia Ríos impute al único acusado, de 35 años de edad y de apellido Casanova, por el delito de homicidio agravado por mediar violencia de género, cuya víctima es Pamela Elizabeth Cuello (38).
Ahora los investigadores esperan poder obtener ADN del sospechoso de muestras obtenidas en el descampado de Las Heras en el que en agosto pasado un hombre que buscaba leña encontró los restos de la víctima desmembrados y calcinados.
Según información del Ministerio de Seguridad y Justicia, Casanova tiene un prontuario relacionado con violencia contra las mujeres: existe una causa abierta por la Fiscalía de Violencia de Género por los delitos de lesiones dolosas agravadas por mediar violencia de género, violación de domicilio y desobediencia a una orden judicial, por un hecho cometido el 12 de marzo de 2022.
En tanto que en 2016 tuvo causas abiertas por lesiones leves dolosas, amenazas coactivas, privación ilegítima de la libertad agravada por ser la víctima su cónyuge. Además, en 2009 se lo investigó por robo agravado.
Detenido en San Luis
Casanova fue detenido en San Luis el 17 de septiembre pasado, cuando su mujer lo denunció por violencia de género. Diez días antes, el sujeto se había “mudado” de Mendoza a Villa Mercedes con su pareja y sus hijos de forma intempestiva.
Tras su detención, permaneció bajo la custodia de la Policía de la vecina provincia hasta ayer, cuando personal de la División Homicidios lo trajo de nuevo a Mendoza y lo puso a disposición de la fiscal Ríos, quien previamente había ordenado su búsqueda.
Según versiones policiales, los investigadores cuentan con un testimonio de un pariente de la mujer de Casanova que, previo a que fuera detenido, declaró que el hombre se había llevado a su familia a San Luis, que temía por la suerte de la mujer y que el hombre estaría vinculado al femicidio de Pamela Cuello.
También la pareja del detenido habría deslizado la misma versión, por lo que los investigadores quieren que la mujer amplíe su declaración.
Buscan ADN
En relación a los restos Pamela Cuello, no se ha podido saber la causa de la muerte ya que el cuerpo estaba incinerado, aunque se ha descartado que haya sido baleada.
Los investigadores aguardan los resultados de algunas muestras recogidas en la escena del hallazgo del cuerpo para ver si logran extraer ADN del hombre detenido, algo que se transformaría en una prueba contundente, de ser el resultado positivo.
El cuerpo de Cuello fue hallado el 26 de agosto pasado en un extenso descampado ubicado en Martín Zapata y Pascual Segura. Sólo una mano era visible y en ella se distinguían dos anillos, que aún tenía colocados: uno plateado en el dedo del medio y uno dorado en el anular. A 150 metros había una pierna, desde la rodilla hacia el pie, que habría sido removida por animales de la zona.
Al lado del cadáver había una cubierta incinerada, por lo que los primeros policías que llegaron al lugar resguardaron la zona y le dieron a la División Homicidios y a peritos de Policía Científica.
Cuello vivía en cercanías de donde sus restos fueron encontrados por un hombre que buscaba leña. La identidad de la víctima fue “confirmada por identificación palmar derecha”. Es que la mano derecha fue uno de los pocos restos que no sufrieron la acción total del fuego y sus huellas genéticas permitieron identificarla.
Entre los restos que quedaron a disposición de los especialistas del Cuerpo Médico Forense no se observaron objetos balísticos, es decir, que la causa de muerte no habría sido un disparo, algo que luego fue confirmado.
La familia de la víctima había denunciado su desaparición el 19 de agosto, nueve días después de que dejaran de verla.