Una multitudinaria marcha protagonizaron anoche vecinos, amigos y familiares de Sergio Lobos (63), el carpintero desaparecido hace una semana, cuando salió de su casa para comprar unos repuestos para su camioneta.
Cerca de mil personas, según consignan los medios digitales del Este provincial, participaron de la concentración que se realizó cerca de las 22 y que fue encabezada por los tres hijos de Lobos y su hermano.
Con pancartas y cacerolas y pidiendo justicia y por la aparición con vida del hombre desaparecido, los manifestantes se reunieron en las inmediaciones del Club Atlético Palmira y, desde allí marcharon pacíficamente por la ruta 50 hasta llegar a la comisaría 28, según consigna el diario Tiempo del Este.
Durante el trayecto decenas de vecinos de Palmira se fueron sumando a la manifestación se realizó en medio de un clima de tensión y de irritamiento por parte de los manifestantes y ante la presencia de efectivos policiales. Al llegar a la sede policial los familiares se reunieron con el ayudante Fiscal Osvaldo Consolini de la Fiscalía de San Martín y mantuvieron una charla privada.
Luego el empleado judicial habló con los manifestantes “en medio de un clima de tensión y de irritación por parte de los manifestantes y ante la presencia de efectivos policiales”. Consoli explicó entonces que la causa no está en su jurisdicción sino en la Fiscalía de Maipú, departamento donde se cree que el hombre desapareció y, además está en manos de la Fiscalía de Homicidios, tal como ocurre con las denuncias por paradero.
Antes de la desconcentración el clima que se vivía era de tensión, al punto que uno de los hijos de Lobos dijo “que todo esto llegue a un buen fin, aún tenemos esperanza de encontrar a mi papá con vida”.
Fue a comprar repuestos y no volvió
Lobos salió el martes de la semana pasada de su casa, en Palmira, y le dijo a uno de sus hijos que iba a comprar una barra antivuelco para su camioneta Ford Ranger de color blanca. Esa fue la última vez que lo vieron. Frente a la situación, los familiares de Lobos denunciaron su desaparición afirmando que había ido a ver al albañil Víctor Zalazar.
Lo extraño del caso es que la camioneta en que se movilizaba el carpintero fue encontrada en Maipú, en el barrio Carril Viejo, donde residía Zalazar.
El albañil tras reunirse con Lobos, volvió a su casa a bordo de la camioneta, se bañó, lavó la ropa y volvió a salir, con rumbo desconocido. Luego abandonó la camioneta cerca de su casa y desde ese momento nadie más lo vio.
El viernes pasado el cuerpo sin vida de Zalazar fue encontrado detrás del cementerio de Santa Blanca, en una finca de Maipú: se había suicidado colgándose con un alambre.
La muerte de este sospechoso ha generado una serie de hipótesis sobre la cual trabajan los investigadores. Se cree que Zalazar podría haberle quitado la vida Lobos para apoderarse de la camioneta –cosa que hizo- y luego se quitó la vida, al verse acosado por la situación.
Ahora se esperan algunas pericias que podrían arrojar luz sobre el caso. En la camioneta de Lobos se encontraron manchas de sangre que son analizadas para ver si son del carpintero. Por otra parte se está analizando el teléfono de Zalazar para ver si los mensajes que guarda y la geolocalizacion de aparato ofrecen nuevas pruebas sobre el caso.