Un mes agonizó el policía que fue baleado cuando intervino en un hecho de violencia de género en San Rafael. Su agresor había fallecido aquella noche en el intercambio de disparos.
El auxiliar principal Carlos Pavez, de la comisaría Octava, estaba en terapia intensiva del hospital Schestakow y este miércoles en la noche dejó de existir. Las mayores complicaciones las tenía en sus riñones y por eso estaba siendo sometido a diálisis.
A pocos días del hecho lo operaron por una afección en el intestino delgado y lo estabilizaron, pero en ningún momento logró salir de la zona de cuidados intensivos.
Este efectivo resultó herido la madrugada del 21 de septiembre, mientras realizaba junto a un compañero un procedimiento tras el llamado al 911 de una mujer por la presencia de su ex pareja en su casa de calle Suipacha. Era la segunda vez que el acusado aparecía en pocas horas.
Cuando éste se percató de la presencia de los uniformados en el lugar, abrió fuego inmediatamente contra ellos. Hubo fuego cruzado y Pavez cayó al piso por un tiro en un hombro y otro en la espalda. En el momento en que el atacante se acercaba para asesinarlo, el otro policía no dudó y lo mató con dos disparos en el pecho.
El fallecido esa noche fue identificado como Roberto Armando Cruz (34), quien tenía prohibición de acercamiento hacia su ex. Además contaba con varios antecedentes penales -por drogas, hechos de violencia y hurto- y seis meses atrás había salido de la cárcel.
El efectivo desde entonces quedó internado en muy grave estado y no pudo recuperarse. La noticia ha generado consternación en la Fuerza, justo cuando este miércoles se celebraba el 211 aniversario de la Policía de Mendoza.
La intervención de la víctima y de su colega en el mencionado caso había sido destacado como un acto heroico por sus pares, ya que entienden que evitaron un posible femicidio.