Los investigadores el caso de la almacenera que habría envenenado a su pareja dándole fulminantes dosis de un potente refrigerante de autos no descartan investigar si la acusada -Karen Oviedo (32)- pudiera haber tenido algo que ver con la muerte del hijo de la víctima.
En las últimas horas han llegado a la fiscalía de Homicidios algunas versiones que le atribuyen responsabilidad a Oviedo sobre la muerte de un niño de 9 años. Se trata de Elián Aquino, un hijo de Ángel Aquino (35), que falleció julio de 2019.
El niño habría muerto por una aneurisma pero algunos allegados a Aquino plantearon sospechas sobre la mujer, luego de que fuera detenida e imputada por el delito de homicidio agravado por ser “con ensañamiento, alevosía, veneno u otro procedimiento insidioso” y por el vínculo, delito que tendría como víctima a Ángel Aquino. Tras la muerte del menor, el hombre habría sufrido un cuadro de depresión.
El modus operandi de la sospechosa
Según las primeras informaciones, todo ocurrió en una vivienda ubicada en la calle Manuel A. Saez al 7100, en Villa Nueva. La historia inició el 7 de enero, cuando la sospechosa llevó a la víctima a la clínica Santa María, de Ciudad. El hombre ya estaba inconsciente y de inmediato quedó internado en terapia intensiva. Un par de días después murió.
Oviedo aseguró que había comprado por la plataforma de ventas online “Mercado Libre” unas gotas para la piel debido a que, tanto ella como él, tenían “manchas”. Agregó que ella había consumido “pocas gotas” pero que el hombre había ingerido “mucho más”.
Tras tomar nota de la situación, se dio intervención a la Justicia y la fiscal de Homicidios Claudia Ríos Ortiz comenzó una investigación por “averiguación muerte”. En ese sentido, la magistrada hizo un registro domiciliario y comenzó a encontrar datos “sospechosos”.
Incluso se tomó declaración a la empleada doméstica de la vivienda y algunas cosas se aclararon. La mujer aseguró que había visto cuando la sospechosa “obligaba al hombre a tomar algo” y que la víctima no quería. Según su propio relato, el hombre -que estaba atravesando una depresión- le decía a su mujer “cada vez que me das algo me cae mal”.
A partir de esto, la fiscal decidió analizar el teléfono de Oviedo. De esa pericia comenzó a desprenderse esta terrible historia. La mujer había realizado un sinfín de búsquedas en Google con la consigna “cuál es el veneno más letal”. En ese sentido, indagaba sobre esa sustancia y cuál de todos los venenos era “el más potente”.
Como si esto fuera poco, también se determinó que la mujer había adquirido, a través de Mercado Libre, refrigerante para autos, que contiene etilenglicol. Especialistas afirmaron que el consumo de ese químico en humanos genera un efecto mortal en cuestión de horas.
Ríos ordenó la detención de Oviedo y algunos allanamientos. Secuestró botellas, goteros y distintas sustancias que ahora están siendo analizadas por expertos. La supuesta victimaria fue imputada por “homicidio agravado por el vínculo y por la suministración de veneno”, delito que prevé pena de prisión perpetua.