El Ministerio de Seguridad de Mendoza ofrece una recompensa para quien aporte datos de un hombre de nacionalidad boliviana que se encuentra prófugo desde hace ocho años. En 2013, en estado de ebriedad, atropelló y dio muerte a dos personas.
Se trata de Adrián Ocampo Cazón (51), quién está imputado por la muerte de Juan Manuel Viudez (62) y su hija María Laura (39), ocurrida el 11 de febrero de 2013. El hombre tiene pedido de captura nacional e internacional porque se cree que podría encontrarse en su país.
La recompensa oficial es de $ 1.350.000. Quien sepa algo algún dato de interés puede comunicarse a Dirección de Investigaciones a través de las líneas telefónicas gratuitas 0800 222 7627 y/o 2613857138. O bien llamando a la Unidad Fiscal de Homicidios y Violencia Institucional 348-7844 y/o 348-7846. También enviando un mail a meufihomic1c1@jus.mendoza.gov.ar
Inicialmente el caso fue investigado por la fiscal Claudia Ríos quien lo imputó por homicidio con dolo eventual y lo mandó a prisión. Luego la Justicia de Garantías consideró que se trató de un homicidio culposo y lo dejó con domiciliaria. Días más tarde la Justicia de Garantías mantuvo la carátula de dolo eventual pero ordenó la libertad.
Desde diciembre de 2014 el caso ha quedado paralizado porque Ocampo desapareció de los lugares que frecuentaba.
En la madrugada del 11 de febrero de 2013, Adrián Ocampo, a bordo de un Renault 19 en el que viajaban dos amigos, entró a una estación de servicios de Rodeo de la Cruz y preguntó cuál era el camino más corto para llegar al barrio 25 de Mayo. Pero al salir comenzó a circular por el Acceso Este en contramano.
Anduvo entre 500 y 700 metros, siempre en dirección contraria, y unos metros antes de llegar al cruce con la ruta 50 protagonizó el primer percance con un Peugeot 504 al que afortunadamente logró esquivar.
Pero detrás venía un Peugeot 405 en el que viajaban Juan Manuel Viudez (62) y su hija María Laura (39). El conductor no vio o no pudo esquivar al Renault 19. Los autos chocaron frontalmente. El hombre quedó atrapado en el habitáculo y murió horas más tarde en el hospital Central. Su hija fue despedida del auto por el choque y falleció en el lugar.
Valeria Gutiérrez venía detrás, a bordo de un Fiat 147, y logró esquivar a los autos siniestrados, rozó a uno y se detuvo al costado del camino. La mujer trató de hacer señas a los vehículos que circulaban hacia el oeste pero Camilo Pacífico, conductor de una camioneta Nissan Frontier, no la vio o no pudo esquivar a los vehículos y terminó impactando en un costado del Peugeot 405.