El Ministerio de Seguridad y Justicia mendocino amplió la recompensa por un violento caso policial ocurrido en 2017: una entradera en la Cuarta Sección en la que, además de robar, los delincuentes abusaron de una mujer y balearon al amigo.
El caso es investigado por la fiscal de Homicidios Claudia Ríos y los autores, un hombre y una mujer que se movilizaban en moto, nuca han sido identificados.
Ahora desde el Gobierno ofrecen $3.175.000 a quienes pueda aportar datos sobre los autores o bien algún elemento que permita esclarecer el hecho. De ser así deberá comunicarse con la Dirección de Investigaciones (0800222-7627 o al 0261 4497138) o a la Fiscalía de Homicidios (4416907 o 4493412) o bien al 911.
Este no es el primer pedido que se hace para intentar resolver el caso: en 2017 el Ministerio de Seguridad había ofrecido una recompensa de 150.000 pesos para esclarecer el violento caso y al año siguiente el dinero a disposición de quien aportara datos concretos se estableció en 200.000 pesos. En mayo de 2022 el Ministerio de Seguridad ofreció 700.000 pesos.
El 3 de enero de 2017, a la 1 de la madrugada, Alejandro Díaz estaba en la puerta de su casa –el departamento 1 de la calle Videla Castillo 3012- y cuando iba a entrar fue sorprendido por un sujeto armado con una pistola 9 milímetros que bajó de una moto. El delincuente hizo entrar al hombre y bajo amenazas, obligó al joven a tirarse al piso y luego abusó sexualmente de una joven de 28 años que estaba en la lavandería.
La agresión movilizó al amigo de la víctima y cuando trató de ayudarla, el delincuente le disparó a quemarropa. Por suerte la bala, que entró por el pecho y salió por la espalda, no le dañó ningún órgano vital.
Luego el delincuente se llevó dos notebook, un equipo de música y 1.000 pesos y se subió a la moto, en la que lo esperaba una mujer a quien, según quedó registrado en los videos de una cámara de seguridad, no se le veía la cara pues nunca se sacó el casco.
La causa tuvo detenidos
Por este caso no hay detenidos aunque en 2017 tres sospechosos que fueron imputados nada tenían que ver con el asunto y luego fueron liberados.
Tras la denuncia, la fiscal de Homicidios Claudia Ríos detuvo a una pareja que vivía en la zona. El hombre fue imputado por abuso sexual con acceso carnal, tentativa de homicidio criminis causa y robo agravado por uso de arma. La mujer, por tentativa de homicidio criminis causa y robo agravado.
Durante una rueda de reconocimiento la víctima advirtió que el detenido no era la persona que la había abusado y luego una prueba de ADN sobre un rastro encontrado dejó afuera de la investigación al sospechoso.
En ese momento su novia ya había sido sobreseída. Meses después se detuvo a otro hombre que tampoco pudo ser reconocido por las víctimas.