Pesadilla en Guaymallén: encerraron a un jubilado y a su empleada en el baño exigiendo un botín errado

Ocurrió en una vivienda del barrio San Cayetano, durante la tarde. Los delincuentes estuvieron más de una hora revolviendo en el lugar pero como no encontraron lo que querían se llevaron algunos electrodomésticos y joyas.

Pesadilla en Guaymallén: encerraron a un jubilado y a su empleada en el baño exigiendo un botín errado
Un hombre de 76 años y su empleada doméstica fueron encerrados en el baño, para robarles en una vivienda en Dorrego. - Archivo / Los Andes

Un jubilado de 76 años y su empleada sufrieron un dramático robo en una vivienda en Guaymallén, luego de que tres sujetos armados entraran con intenciones de robarles un supuesto botín en dólares. Los encerraron en el baño y les taparon la cabeza durante la hora y media que revolvieron la casa. Al no encontrar nada se llevaron lo que pudieron agarrar.

Todo ocurrió el jueves pasadas las 18. Adentro de la casa, ubicada en el barrio San Cayetano de Dorrego, estaba el hombre mientras que la empleada doméstica había salido a baldear la vereda. Como de costumbre, la mujer salió por la puerta del portón dejándola abierta, mientras tiraba el primer balde con agua previo a barrer.

En ese instante entraron tres sujetos que aprovecharon la ocasión. La mujer no se percató de ello y continuó barriendo. Cuando ingresó al hogar se encontró con la escena de miedo y vio a los delincuentes amenazando al jubilado.

Los ladrones agarraron entonces a la empleada y al médico retirado y los encerraron en el baño, donde les taparon la cabeza con toallones. “Los tipos le decían una y otra vez que les dijera dónde tenía escondida la caja fuerte con los dólares. Pero mi papá no tenía nada de eso, no sé de donde sacaron eso”, contó a Los Andes, el hijo de una de las víctimas.

A partir de allí, los delincuentes se dividieron: uno vigilaba a los encerrados en el baño amenazándolos para que no gritaran, mientras que los otros dos revolvían la casa en busca del supuesto objetivo.

Estuvieron más de una hora y media. Le revolvieron los placares, el modular, la cocina, el garage, todo. Toda la casa quedó revuelta. Cada cajón que vieron lo dieron vuelta”, agregó el hijo.

Luego de revolver y revisar todos los huecos posibles, los delincuentes desistieron y se dieron cuenta de que no había tal caja fuerte, ni dólares ni nada de dinero para robar. Fue entonces que decidieron marcharse, pero no sin antes agarrar elementos que pudieran llevarse entre sus manos.

Los tres sujetos terminaron llevándose el televisor, la computadora del galeno, los celulares de las victimas y algunos pesos en efectivo que estas tenían encima. Aunque, sin dudas, entre los que más se puede lamentar es que robaron algunas joyas que eran de la esposa del hombre, quien falleció el año pasado. No por su valor, sino por la incomparable carga emocional de las mismas.

Luego se fueron dejando la casa sumida en una triste escena con todo desordenado, el dolor y la impotencia de sentir en carne propia cómo personas ajenas ultrajan un hogar.

“Mi papá quedó shockeado. Ha vivido toda la vida con mi mamá en esa casa. Nunca les pasó nada similar. Todavía no sale del duelo y le pasa esto”, detalló el hijo.

Afortunadamente ninguna de las dos víctimas sufrió heridas ni golpes por parte de los delincuentes. Sólo el susto de la situación amarga que tuvieron que vivir durante la tarde del jueves, en una parte bastante concurrida del barrio.

Los delincuentes se fugaron y ningún vecino se percató de lo sucedido. El caso quedó en manos de la Oficina Fiscal 18, de Guaymallén.

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