La justicia sureña condenó al camionero Pedro Antonio Millán por la muerte de Orlando Reyes (60), un vecino de Monte Comán que murió tras agonizar en el hospital durante 18 días, luego de recibir un mazazo en la cabeza.
Esta tarde, un tribunal conformado por los jueces Julio Bittar, Ariel Hernández y María Eugenia Laigle le impuso la pena de 3 años de prisión efectiva al transportista por el delito de homicidio simple en exceso de legítima defensa, tal como el hombre fue imputado tras la muerte Reyes.
Esta mañana el fiscal Javier Giaroli había solicitado a los jueces que condenara a Millán a 8 años por el delito de homicidio simple.
Por su parte, la querella había pedido una pena de 12 años por el mismo delito que tiene penas que van de los 8 a los 15 años de prisión. Sobre el mediodía, el abogado defensor del acusado, Gustavo Nedic sostuvo que se trató de un homicidio en exceso de legítima defensa, delito con penas de hasta 5 años de cárcel, inclinándose por la absolución de su cliente.
Durante el debate se escucharon los testimonios de dos gendarmes y dos policías que estaban en el lugar de hecho y que no habrían evitado el golpe fatal. También declaró el medido forense Mariano Quaranta, que le explicó al tribunal que la muerte de Reyes se produjo como consecuencia del golpe que le dio Millán con ese característico palo con el cual los camioneros controlan el aire de los neumáticos.
Por otra parte los jueces junto a las partes, fueron el miércoles por la noche a Monte Comán y realizaron una inspección ocular del lugar donde se produjo la fatal golpiza.
Un golpe certero
Reyes vivía sobre la ruta nacional 146, frente al puesto de Gendarmería Nacional de Monte Comán. Se trata de un punto en el que hay gran movimiento de camiones, por eso es común que los choferes paren allí a pasar la noche ya que, consideran que es un lugar seguro.
Esta actividad genera molestias en los vecinos de la zona ya que se generan ruidos y otros tipos de molestias de día y de noche. Ese fue el motivo por el cual el 5 de noviembre del año pasado, salió de su casa decidido a enfrentar al chofer de un camión que había parado justo en la casa donde vivió durante más de 30 años.
Según se pudo reconstruir, habían pasado 30 minutos de las 2 cuando Reyes salió a la calle y se enfrentó a Millán. Tras una fuerte discusión, el jubilado comenzó a arrojarle piedras con una honda al parabrisas del enorme vehículo y, en ese mismo momento, un móvil de la Policía que patrullaba la zona se detuvo para intentar frenarlo.
Pero mientras los uniformados contenían a Reyes, Millán bajó del camión con una maza de madera y se la asestó en la cabeza. Reyes quedó tendido en el piso, mientras los oficiales se llevaron al camionero a la comisaría, mientras que a la víctima la trasladó una ambulancia al hospital.
Los médicos le diagnosticaron “fractura parietal izquierda con hematoma subdural y hemorragia subaracnoidea”, por lo que fue ingresado de inmediato a terapia intensiva, donde agonizó durante 18 días.
El camionero quedó detenido y se ordenó que cumpliera prisión domiciliaria en su casa del departamento de San Martín, donde quedó vigilado con pulsera de monitoreo.
No obstante, en cuanto ocurrió el deceso de Reyes, el destino del chofer tuvo un giro. La carátula de la causa cambió a homicidio simple.
