Un robo millonario en el centro de la ciudad de Córdoba generó revuelo y colocó nuevamente a la Policía de la provincia en el ojo público, especialmente después de la polémica detención de Maximiliano Tejerina, un joven con discapacidades que, según denuncian, fue confundido con uno de los ladrones que perpetraron el asalto.
El incidente tuvo lugar cerca de las 17 horas del viernes, cuando al menos cinco delincuentes abordaron a un taxista que salía de una financiera con una suma considerable de dinero, estimada en 5 millones de pesos, y lo atacaron para robarle. En su huida, los criminales atropellaron al conductor en dos ocasiones.
La intervención policial llegó poco después, y basándose en las declaraciones de testigos y la víctima, se procedió a la detención de un sospechoso: Maximiliano Tejerina. Sin embargo, la familia del joven asegura que se trata de un error, señalando las discapacidades físicas y cognitivas que padece desde hace tiempo.
Según relató su esposa a La Voz, Tejerina “padece de anormalidades de la marcha y de la movilidad; disfasia y afasia, y secuelas de traumatismo intracraneal a raíz de un disparo de arma de fuego recibido a sus 11 años, lo que se traduce en una pérdida del habla y una gran dificultad para mover tanto sus brazos como sus piernas”.
Su abogado Iván Mochkofsky agregó: “No puede subir y bajar rápido de una moto ni manejar un vehículo, de hecho los colectivos tienen que esperar a que pueda subir” y remarcó: “Le cuesta mover las manos, las tiene como en garra, es bastante loco que piensen que él por su discapacidad pueda hacerlo... No puede zamarrear a una persona, no puede agarrar un bolso y correr fácilmente”.
Tras casi 24 horas de detención, el fiscal de Instrucción dispuso la liberación de Tejerina basado en “la carencia de antecedentes y la falta de indicios de peligrosidad procesal, pero se mantuvo la imputación y continúa el proceso penal en su contra”. La causa pasará ahora a manos del fiscal territorial, José Bringas, para su investigación.
El letrado dijo a El Doce: “Me dijo que a pesar de las circunstancias estaba bien, pudo hablar por primera vez porque le facilité mi computadora”. Sobre el trato de la policía con su cliente subrayó que si bien “no fue golpeado en ningún momento”, afirmó que “sí hubo violencia psicológica por parte del personal policial. Hay que ver de quiénes exactamente”.
“(Los policías) se burlaban de su condición, de pedirle que haga cosas que él no podía hacer con sus manos, hablar o sacar la lengua, cosas que no puede hacer”. “De burlarse de que no hay forma que pueda robar”, detalló. Sin embargo, desde la fiscalía que investiga el caso negaron cualquier maltrato hacia el detenido.