Un joven de 26 años de edad se atrincheró en su casa en Las Heras la noche de este martes y amenazó con quitarse la vida con un cuchillo casero de grandes dimensiones. El episodio convocó a grupos de élite de la Policía de Mendoza, que permanecieron durante poco más de una hora intentando convencerlo de que depusiera su actitud. Finalmente, lo redujeron.
La calurosa tarde del martes “animó” al hombre a consumir bebidas alcohólicas y “alguna sustancia” -al decir de fuentes de la causa- en su casa ubicada en la manzana “B” del barrio 30 de Abril. Pero hasta allí llegaron efectivos del Grupo de Resolución de Incidentes y Secuestros (G.R.I.S.) y del Grupo Especial de Seguridad (G.E.S.) porque familiares del joven indicaron que había amenazado con autolesionarse.
Los negociadores del GRIS iniciaron las conversaciones con el sujeto minutos antes de las 22 a través de una ventana de la humilde vivienda. Según confiaron fuentes oficiales, mientras blandía un cuchillo de fabricación casera tipo “chuza”, el joven decía que ya no tenía sentido seguir viviendo ya que había discutido con su ex pareja.
Pero lo que los uniformados supieron luego fue el motivo de la crisis. Horas antes la casa del hombre había sido allanada en una investigación. El joven argumentaba que su ex cuñado y su ex novia lo habían “buchoneado” con la Policía y por eso había protagonizado una feroz pelea con el otro hombre a punta de cuchillo. Entonces se desató la crisis por la que los familiares llamaron a la línea de emergencias 911.
Luego de más de una hora de conversaciones con el sujeto y al ver que existía un peligro real de que podía atentar contra su propia vida, el comité de crisis decidió que se realizara la irrupción táctica de miembros del GES para reducirlo, contenerlo y asegurarlo. Así, en cuestión de segundos fue reducido y puesto a disposición de la Justicia, previa revisión médica.
Pero los conflictos no terminarían allí para los uniformados. Es que momentos antes de emprender la retirada, con la crisis ya resuelta, vecinos del barrio Vicente Martino, aledaño al 30 de Abril, comenzaron a arrojarles piedras.
Los efectivos debieron utilizar material de estruendo para dispersar a los revoltosos, que alcanzaron a provocar daños en algunos móviles policiales. Pero afortunadamente ningún policía resultó herido.