La Ley del talión volvió a regir un ataque, esta vez en Las Heras, luego de que un joven decidiera vengarse de los disparos de los que había sido blanco unas horas antes para atacar a su enemigo y atravesarle el pecho de un tiro. Al menos, así se lo contó a su padre, quien luego replicó el relato a los investigadores.
Así lo detallaron fuentes de la investigación, que precisaron que el violento ataque ocurrió minutos antes de las 18 de este jueves sobre calle San Juan al 2600 del departamento norteño. Allí se encontraba la víctima, de apellido Méndez y de 20 años de edad, tomando una gaseosa con un amigo.
De acuerdo al relato de ese testigo, un joven se acercó, comenzó a discutir con Méndez y le disparó a quemarropa. Luego escapó.
Las autoridades tomaron conocimiento del hecho luego de haber recibido un llamado a la línea de emergencias 911, que alertaba sobre la presencia del herido en la calle.
El muchacho fue trasladado en la Renault Duster de unos familiares al hospital Carrillo, donde lo asistió una médica de guardia. La profesional determinó que Méndez había sufrido una herida de arma de fuego con orificio de entrada en el infraclavicular derecho, con orificio de salida en la espalda.
Luego el paciente fue derivado al hospital Central en una ambulancia del Servicio de Emergencias Coordinado. Una vez en el mayor efector público de la provincia, ingresó a quirófano.
Violenta venganza
Mientras el herido era asistido, los investigadores reunían datos sobre el acusado, un joven de 21 años de apellido Arroyo, según confiaron las fuentes. Por ello acudieron al domicilio del padre, quien les dio una explicación sobre lo ocurrido.
El hombre les dijo a los uniformados que su hijo había tenido problemas con Méndez en horas de la madrugada y que su enemigo le habría disparado. Por ello, horas más tarde el joven le pidió a su papá que lo acompañara y lo observara desde la esquina porque “tenía que arreglar cuentas”, de acuerdo al relato del hombre.
Luego de lo sucedido, el sospechoso se retiró de la casa de su padre, ya que no vive con él, a bordo de una moto Honda Titán de color rojo.
Con esos datos, los sabuesos de la División Homicidios lograron capturar a Arroyo poco después en la intersección de calle Boulogne Sur Mer y Los Alerces, frente al barrio Cano, de Ciudad.
