A pasos firmes y con un juicio oral no muy lejano, avanza la investigación por el crimen de un hombre en Luján, en manos de su cuñado. La tragedia se originó por una infidelidad y ayer al acusado le dictaron la prisión preventiva.
Sin dudas en su autoría sobre el hecho, Ramón Martínez (49) pidió el beneficio de la domiciliaria para “cuidar a su esposa”, quien desde hace tiempo padece algunos problemas de salud. Esta mujer fue quien descubrió al sospechoso con su amante el pasado 31 de mayo, situación que se transformaría en el desencadenante del asesinato.
Martínez fue encontrado in fraganti en la calle con otra persona; su pareja estaba vendiendo empanadas puerta a puerta durante el mediodía de ese domingo, cuando se sorprendió con la escena.
Ambos comenzaron una discusión que se prolongó hasta el domicilio que compartían en calle Castelli al 200, de Mayor Drummond. Las recriminaciones no cesaban y ella le pidió que se fuera de la casa. El hombre se negó y los reproches y gritos eran cada vez más fuertes, por lo que en la situación intervino Rodrigo López (40), hermano de la mujer y quien también vivía allí.
Martínez no toleró que su cuñado intercediera, entonces lo increpó y lo apuñaló en el abdomen con un cuchillo de cocina de 30 centímetros. El arma blanca fue encontrada por la Policía en la escena.
El agresor escapó a bordo de una moto y la víctima fue trasladada de urgencia al hospital Central, donde agonizó un par de horas y murió.
La testigo le relató a los efectivos lo ocurrido y la búsqueda del acusado fue bastante breve. Los uniformados supieron dónde residía su amante y allí lo encontraron, en una vivienda del barrio Viñas, de Vistalba.
Ante su casa rodeada de policías, esta mujer terminó entregando a su “novio” y no ocultó su presencia. Horas después fue imputado por homicidio simple y coacciones agravadas por ser en contexto de violencia de género, ya que en su clandestinidad Martínez le enviaba mensajes a su pareja amenazándola para que no lo denunciara.
Desde el día después del crimen, el sospechoso quedó en la cárcel y ayer en la audiencia de prisión preventiva pidió domiciliaria, asegurando que quiere cuidar a su esposa y que no hay riesgos de fuga ya que, cuando lo encontraron, inmediatamente él se puso a disposición de la Justicia.
La fiscal Claudia Ríos se opuso y solicitó que siga en el penal, posición que compartió la jueza Miriam Núñez al dictar la medida de coerción.
