Procesaron por “abuso sexual” a un pasajero que había manoseado a una una azafata de Aerolíneas Argentinas en un vuelo que estaba por despegar en el aeropuerto de Río Gallegos.
Según informó diario Clarín, el episodio ocurrió a fines del 2021. La mujer fue hasta la última fila para explicar el protocolo de emergencia y el hombre, que estaba junto a su grupo de amigos, la tocó por debajo de la falda.
Después el hombre le hizo una seña para que “se callara la boca”, mientras que sus amigos se reían de la situación. Cuando la mujer pudo contar el abuso, el avión ya estaba en vuelo. Y el agresor simuló dormir durante todo el viaje.
Tras el traumático episodio, la mujer hizo la denuncia correspondiente y el juez federal de Río Gallegos Claudio Vázquez decidió procesarlo y embargarlo por un millón de pesos.
Según informó La Opinión Austral, en su descargo, el hombre aseguró que “nunca haría una cosa semejante” porque tenía “sobrinas, primas y mamá”.
Sin embargo, el juez consideró que había motivos suficientes como para dar por cierta la denuncia de la azafata. El letrado se basó en la declaración de la víctima y otros integrantes de la tripulación.
“Ella estaba muy afectada por la situación, muy consternada y le costó mucho contar lo que le sucedió. Cuando fue a hacer la denuncia, nosotros aguardamos afuera y una mujer policía me mostró dos fotos de pasajeros para identificar cuál había sido el agresor y en la foto el agresor se estaba riendo, como que no le importaba la situación”, dijo una de sus compañeras.
Procesamiento por abuso sexual y embargo
Según el fallo, el hecho de que el agresor se burlara de la joven tras el abuso denota “desprecio por el género femenino, toda vez que además trató de silenciarla en el momento de chistarla, tratando de evitar que comentara su accionar”.
“Este tipo de conductas eran soportadas por las mujeres a menudo. A quienes osaban contar las penurias a las que eran sometidas, se las incluía en estereotipos de mujer vengativa, fabuladora, mentirosa o espamentosa. Se las condenaba a tolerar estas conductas invasivas en su cuerpo, en su vida y en su desarrollo físico y mental”, sostuvo el juez Vázquez.
Finalmente, el abusador fue procesado por “abuso sexual simple, en calidad de autor” y le impusieron un embargo por un millón de pesos.