Se dieron a conocer nuevas pruebas estremecedoras en la causa contra el ex diputado Germán Kiczka y su hermano Sebastían, acusados de poseer y distribuir material de abuso sexual infantil y corrupción de menores. Los investigadores lograron acceder a chats en los que se exponen frases escalofriantes que comprometen la situación judicial de ambos.
Chats comprometedores
Entre las evidencias más impactantes se encuentra una conversación que Sebastián Kiczka mantuvo con un contacto llamado “Agatha 1000″. En ese diálogo, el acusado le confiesa: “Yo me bajé una app para ver nenitas…12 (años)…”, a lo que esta última le responde: “Vos me pasaste uno una vez y tenía como 7…”.
En otro diálogo que Sebastían mantiene con otro contacto, el detenido cuenta que está con su vecina: “Te quiere conocer… le presté mi cel para que juegue… Ana… Todo el tiempo está perreando jaja… La mamá le dice que deje de perrear… la voy a esperar 3 años más, máximo”.
A lo que recibe como respuesta de que “se calme por la nena tiene 5 años”. Sin embargo, poco le importó y Sebastián contestó: “Bueno, la voy a esperar 5 años… Ay, dios, me tengo que sacar esa adicción a las menores… pero es que me gustan… Y cuando quiero me atiendes en el baño… Te siento en la barra como a las nenitas cuando van a visitarme… y te hago dibujar o jugar con plastilina… Vos tenés 14??”.
Solicitaron elevar a juicio la causa
De los dos acusados, Sebastián es el más complicado en la causa debido a que se le suma también la imputación por abuso sexual infanti: está acusado de abusar a una menor de 13 años en un gimnasio.
Además de los chats, se reveló la existencia de al menos 913 archivos explícitos de abuso sexual infantil, zoofilia e incesto en los dispositivos de los imputados, además de una denuncia de abuso sexual contra Sebastián.
Ambos se encuentran detenidos con prisión preventiva en la Unidad Penal VIII de Cerro Azul. En las últimas horas se confirmó que la fiscal Silvia Barronis pidió la elevación a juicio oral.
Por lo tanto, el proceso avanza hacia una nueva etapa judicial, donde la defensa de los imputados deberá pronunciarse en un plazo de diez días. En caso de oponerse, el juez Miguel Ángel Faria será quien deba resolverlo. De no mediar apelaciones, el caso avanzará al Tribunal Oral.