Magdalena Espósito y Abigail Páez son las dos mujeres detenidas por el asesinato de Lucio Dupuy (5), ocurrido en La Pampa el pasado viernes. Después de su traslado a San Luis, una versión señalaba una golpiza que habían recibido como “bienvenida” en la cárcel, pero las autoridades salieron a desmentirlo.
“Es totalmente falso que las otras presas la hayan golpeado, están aisladas, solas, y en período de adaptación”, indicaron desde el Complejo Penitenciario I de San Luis al diario La Arena, uno de los medios que se hizo eco de la desmentida.
Como las mujeres fueron aisladas apenas llegaron a la penitenciaría, no tuvieron contacto con otras internas.
Lo mismo indicaron fuentes del Poder Judicial pampeano. Dijeron no haber recibido notificación alguna sobre un incidente que haya involucrado a las jóvenes pampeanas.
Espósito Valenti, mamá de Lucio, está acusada de homicidio calificado por el vínculo, y su pareja, Páez, por homicidio simple. A partir de otras pruebas que son de análisis, como el informe de la autopsia, se definirá el agravante de la alevosía.
“La pandemia le permitió quedarse con Lucio”
José Mario Aguerrido es el abogado querellante en la causa de Lucio Dupuy. En diálogo con Radio Noticias, cuestionó que la asesora de menores y la jueza de General Pico “omitieron que el acuerdo no era genuino por parte de quienes reintegraban la tutela. Los menores son sujetos de derecho, no objetos”.
En ese sentido, señaló que al momento de definir la situación de Lucio respecto a su papá, Christian Dupuy, y su madre, Magdalena Espósito Valenti, “no se tuvo en cuenta el interés superior del niño. Lucio nació y se crio en Pico, el centro de vida de Lucio era Pico. Cambiarlo a Santa Rosa ameritaba intervención de los equipos técnicos del Juzgado de Familia y no quedarse con que hubo un acuerdo”.
El letrado también advirtió que la pandemia “le permitió a esta señora quedarse con Lucio y que la familia paterna no lo vea más”.
Explicó que “ella un día llegó a Pico, nadie sabe cómo, porque había restricciones para circular, y se lo llevó a Santa Rosa. Por esas mismas restricciones, no volvió más a Pico, por eso, la pandemia tuvo alguna incidencia puntual, sumado a mala praxis de abogados que asesoraron pésimamente mal en los acuerdos”.