Un hombre de 68 años de edad quedó internado en grave estado en la Unidad de Terapia Intensiva (UTI) del hospital Central, luego de ser arrojado por dos mujeres del colectivo en el que viajaba en Ciudad. Lo acusaron de haber cometido abuso sexual a una joven arriba de la unidad. La Justicia debió abrir dos causas por el mismo hecho: una en manos de la Fiscalía de Delitos contra la Integridad Sexual y otra por parte de la Fiscalía de Homicidios.
Alrededor de las 10 del último sábado, los pasajeros de una unidad de la línea 110 del Mendotran viajaban por calle Rondeau de la Ciudad de Mendoza, cuando una mujer de 21 años comenzó a pedir ayuda a los gritos acusando que el hombre que iba sentado a su lado la había manoseado.
Los demás pasajeros que viajaban a bordo del mismo micro voltearon su mirada hacia la supuesta víctima y se percataron de que el hombre se puso notablemente nervioso. Pero, al ver el estado de nervios de la joven, dos mujeres se acercaron al sujeto y lo increparon por haber cometido el abuso.
Ambas “defensoras” y el hombre señalado como el abusador comenzaron un intercambio de amenazas acompañadas de insultos. Entre el intercambio de palabras, el jubilado le propinó una trompada a una de ellas y fue entonces que empezaron a gritarle al chofer para que detuviera la unidad y se bajara el hombre.
Cuando el transporte público pasó la calle San Juan, a mitad de cuadra, el chofer abrió la puerta trasera y en cuanto el acusado buscó descender, las dos mujeres lo empujaron desde arriba de la unidad. Entonces el hombre cayó de lleno al asfalto y golpeó su cabeza contra el cordón de la vereda, según informaron a Los Andes fuentes judiciales que trabajan en la causa.
El sujeto quedó en la vía pública, yaciendo inconsciente. Y ante el susto, los transeúntes y demás personas que estaban en la parada del colectivo quedaron petrificadas por la situación.
El colectivero llamó a la línea de emergencias 911 y, minutos más tarde, llegó un móvil policial junto a una ambulancia del Servicio de Emergencias Coordinado.
En cuanto los médicos revisaron al supuesto abusador, solicitaron el traslado urgente al hospital Central por la alta complejidad del cuadro. Una vez que fue estabilizado en el shock room, los galenos lo dejaron ingresado en la UTI bajo estudios.
“Traumatismo encéfalocraneano por caída de altura con sangrado intercraneal”, indicaba el parte médico del jubilado que se encuentra en grave estado.
Dos causas, un mismo hecho
A partir de lo sucedido, la Justicia debió abrir dos causas para el mismo hecho. La primera de ellas quedó en manos de la Fiscalía de Delitos Contra la Integridad Sexual debido a que la joven de 21 años radicó la denuncia contra el sujeto internado y se le abrió una causa por abuso sexual.
Es por ello que el hombre se encuentra custodiado en la UTI a la espera de su evolución.
Si el denunciado se recupera, en cuanto reciba el alta será trasladado a la Oficina Fiscal 1 de Ciudad, donde quedará detenido a la espera de dar su testimonio mientras los investigadores avanzan en la causa por los tocamientos a bordo del colectivo y, sobre todo, para determinar su imputación.
Por otro lado, también intervino la Unidad Fiscal de Homicidios y Violencia Institucional para analizar el accionar de las dos mujeres que empujaron al señalado de cometer el abuso. El caso de ambas “defensoras” sororas quedó en manos del fiscal Gustavo Pirrello, quien deberá esperar, al igual que sus pares, cómo continúa el estado de salud del jubilado y, a partir, de allí imputarlas o archivar la causa.
En el caso de que el hombre falleciera, las dos mujeres investigadas correrían el riesgo de ser imputadas por homicidio preterintencional, es decir, que no estaba en sus intenciones asesinar al hombre pero su accionar provocó su muerte. Este delito puede llevar a una condena de uno a tres años de prisión.
