Se vieron cercados en cuestión de segundos. Atinaron a escapar hacia viviendas vecinas, buscando el refugio de los conocidos, pero ya era tarde. La Policía había bloqueado todas las opciones de escape en el barrio San Martín, de Ciudad, en una redada que pretendía, justamente, dar con tres peligrosos jóvenes buscados en los últimos meses. Crímenes y “aprietes” se cuentan entre sus antecedentes.
Fuentes policiales indicaron que los arrestos logrados en la tarde del último lunes fueron posibles gracias a una detallada tarea investigativa, luego de que el popular vecindario capitalino se recalentara en los últimos meses a fuerza de enfrentamientos armados que dejaron incluso víctimas fatales.
Los sabuesos de la División Homicidios llegaron al barrio Alto Mendoza II, en el sector conocido como Fuerte Apache, por orden de la fiscal Claudia Ríos. Llevaban tiempo investigando un asesinato, un intento de homicidio y un expediente por evasión, que instruye el fiscal Tomás Guevara. Sigilosos, los efectivos de Investigaciones ganaron la barriada y observaron a un grupo conformado por unos 10 sujetos al costado de uno de los ingresos, entre los cuales se encontraban los jóvenes buscados.
Las tareas investigativas realizadas hasta el momento les habían permitido a los pesquisas establecer que los sospechosos eran barras del Club Atlético Gimnasia y Esgrima y estaban vinculados a la venta de droga y a la comisión de diversos delitos en la zona.
Con los objetivos en la mira, los efectivos de Homicidios montaron un operativo cerrojo, que alcanzó a ser advertido por los sospechosos. Entonces empezaron las corridas. Cada uno de los residentes escaparon velozmente hacia el interior del barrio, mientras eran seguidos de cerca por los uniformados, que conocían al detalle las características físicas de cada uno de ellos.
Así lograron ver cómo dos de los buscados intentaban ingresar al monoblock “H” por las escaleras y frustrar la huida con sus arrestos. Luego se constató que era un joven de 19 años de apellido Huaihuas y otro de apellido Villalba, de sólo 18 años.
Entonces se sumaron a la redada efectivos de la Unidad Investigativa Departamental (UID) de Capital y miembros de Policía Motorizada, que rodearon la zona en cuestión de segundos. Allí lograron ver cómo el tercero de los sospechosos se escabullía corriendo por la calle hacia la manzana “I” del barrio San Martín.
Tras una breve persecución, el personal policial logró darle alcance antes de que ingresara a la casa 17 de esa manzana. Una vez identificado, se corroboró que se trataba de un muchacho de apellido Aveiro.
Los detenidos y las acusaciones en su contra
Los hombres de la Dirección de Investigaciones de la Policía mendocina lograron su objetivo de capturar a los sindicados en los tres expedientes investigados.
Huaihuas tiene 19 años de edad, es hijo de una madre soltera y tiene domicilio registrado en la manzana “F” del barrio San Martín. En su registro figura la palabra “changarín” en el casillero que define su ocupación. El adolescente era buscado por un hecho ocurrido la tarde del 23 de octubre pasado.
Según cree tener acreditado la Justicia, Huaihuas fue quien atacó a una mujer y a su pareja en el cruce de calle Gordillo y Gran Capitán, en el interior del vecindario capitalino. Hasta allí llegó la pareja con la intención de aclarar las cosas por “problemas de vieja data”, como acostumbran a decir los investigadores.
Pero la discusión fue tomando temperatura, al parecer por posturas irreconciliables, y se tornó agresiva. Tanto que los dueños de casa mostraron armas de fuego para amedrentar a la pareja pero luego comenzaron a efectuar disparos. La mujer sufrió una herida en el muslo derecho y su novio recibió tres impactos de arma de fuego: uno en el tórax, otro en un brazo y un tercero en la pierna derecha, de acuerdo a lo asentado en el expediente.
Villalba es otro de los detenidos. Nació en Mendoza el 27 de diciembre de 2005, es decir que recién tiene 18 años. “Soltero, alfabeto, desempleado, con domicilio en barrio Amparo de Las Heras”, se lee en su expediente al identificarlo.
El adolescente está acusado de haber protagonizado un feroz tiroteo el 26 de junio de 2022 en el interior del barrio Santa Teresita, de Las Heras. El enfrentamiento dejó a tres vecinos heridos, que fueron trasladados al hospital Ramón Carrillo.
En el nosocomio los médicos certificaron la muerte de Lucas Amarilla, quien había recibido un disparo en el cuello, con orificio de entrada en el lateral derecho y de salida en el pómulo izquierdo. Por este homicidio Villalba había sido detenido y alojado en el ex COSE. Pero poco después se fugó y se libró una orden de captura en su contra, que dio resultado positivo este lunes en el convulsionado barrio San Martín.
El tercer pibe arrestado es Aveiro, otro changarín de 19 años que vive en el barrio rodeado por policías ayer, al lado de la casa en la que pretendió buscar refugio antes de ser arrestado. A este muchacho lo buscaban por un asesinato ocurrido el 22 de enero último sobre la calle que da ingreso a las torres que forman el llamado Fuerte Apache.
Ese día, un llamado ingresó al 911 e informó que un hombre estaba tirado en la vía pública. Un médico del Servicio de Emergencias Coordinado constató el deceso de Nicolás Exequiel Carmona Gómez. Tenía una herida de arma de fuego en la espalda.
Desde entonces, los detectives de la UID Capital y de Homicidios se dedicaron a buscar al asesino y creen haberlo encontrado ayer.
