Con la actual crisis económica el robo de cables –realizado por personas solas o bien por organizaciones que cuentan con una mínima infraestructura- se ha trasformado en una suerte de pandemia. Obviamente, el circuito de este tipo de ilícitos termina en las chacharitas que luego venden el material para que sea reciclado.
Frente al auge de este tipo de delitos que produce grandes perdidas a las empresas y perjuicios a los usuarios que se quedan sin servicios, el Ministerio de Seguridad y Justicia viene realizado desde diciembre pasado una serie de operativos en chacharitas de toda la provincia que han dejado como resultado el decomiso de 22,4 toneladas de cobre y detenido a 40 individuos relacionados con el negocio.
Para la implementación de ese plan integral para controlar la compraventa de metales no ferrosos, “el trabajo conjunto y coordinado entre las diferentes instituciones ha sido fundamental para obtener estos resultados”, afirmaron desde el Ministerio de Seguridad y Justicia que comanda la abogada Mercedes Rus.
Según el conteo oficial, se han realizado 67 allanamientos, desde diciembre de 2023 hasta mayo de 2024, lo que ha dado como resultado una serie de golpes significativos contra las redes de compraventa ilegal de metales.
Los últimos operativos: cobre y aluminio en grandes volúmenes
La semana pasada se logró incautar 15 kilos de cables y detener a un hombre implicado en actividades ilícitas relacionadas con la compraventa de estos materiales tras una serie de operativos en chacaritas en el Gran Mendoza. Fue en el departamento de Las Heras, en la calle Bahía Blanca, donde se ubica el comercio de Guevara Medina. En este lugar, los uniformados encontraron dos rollos de cables pertenecientes a la empresa Edemsa.
En enero, el hijo del propietario fue también detenido y puesto a disposición de la Justicia. En ese control, se incautaron 32 kilos de cable subterráneo de alta tensión de Edemsa, 22 kilos de conductores de cobre de siete hilos de Edemsa y 4 kilos de cable multipar de Telefónica.
En tanto que el lunes pasado, personal de la Unidad Investigativa de Palmira realizó un allanamiento en una vivienda del Barrio Venier, en el marco de una investigación por presunto robo de aluminio. La medida, realizada conforme a la Ley 9447/22 de Régimen preventivo y control de metales, derivó en la detención de una mujer de 31 años, quien reside en el domicilio allanado que funciona como una chacarita. En el operativo, se procedió al secuestro de 36 kilogramos de aluminio.
Ese mismo día también fue detenido un hombre cuando lo encontraron cortando cables telefónicos a 8 metros de altura en Palmira. El hecho se produjo en la calle Gran Líbano al 200. El sujeto portaba un serrucho y un hacha y tenía en su poder 22 tramos de cables de aproximadamente 60 centímetros cada uno y 3 centímetros de grosor Tras un operativo policial quedó a disposición de la Oficina Fiscal de jurisdicción.
Ayer, policías de Investigaciones realizaron un nuevo operativo en una chacarita ubicada en calle 9 de Julio y Rodríguez Peña de Godoy Cruz.
En ese comercio se logró el secuestro de una importante cantidad de cobre. Durante la inspección, los efectivos policiales encontraron un total de 1.934 kilos de cable de distintos tipos, incluyendo cable acometida, puesta tierra, antena de transformadores, entre otros.
Además, se secuestró una chapa patente que corresponde a una motocicleta Rouser Bajaj 400 con pedido de secuestro por robo agravado.
Según explicaron desde la Fiscalía de Delitos no Especializados se está profundizando la investigación para ver cuál podría ser la imputación para el responsable del lugar, G. M.
Según informaron desde el Ministerio de Seguridad y Justicia esta no sería la primer vez que ese comercio de reciclaje de metales “se encuentra involucrado en el comercio ilegal: en agosto del 2022 se habían encontrado más de 8.000 kilos de cobre en diferentes presentaciones, que no habrían podido ser justificados”.
Por otro lado, un sujeto de 32 años con antecedentes penales fue detenido luego de que intentara sustraer cables en la intersección de las calles José María Guisasola y Capitán Fragata Moyano, en Maipú.
El arresto se produjo cuando agentes de la Unidad Especial de Patrullaje observaron al sujeto utilizando una escalera apoyada en un poste de luz. Al ser abordado, el individuo manifestó trabajar para la empresa Claro, declaración que no pudo ser corroborada por las autoridades.