La justicia dicto la prisión preventiva para Facundo Nicolás Jara (37), un hombre que habría rociado a su pareja con alcohol y luego la habría prendido fuego, en noviembre pasado, una vivienda de Guaymallén.
Esta mañana la jueza Natacha Cabeza ordenó que Jara siga detenido y le negó la posibilidad que el encierro sea domiciliario, a pedido de la fiscal de Homicidios Andrea Lazo, quien lleva adelante la investigación.
En la madrugada del 15 de noviembre pasado ingresó un llamado al 911 denunciando que en una vivienda ubicada en la calle Ventura Araujo al 3100 de El Bermejo se estaba produciendo una pelea y se sentía gritar a una mujer.
Minutos más tarde llegó al lugar un móvil policial y los efectivos dieron con una joven de 21 años, quien manifestó que sentía mucho dolor en la espalda tras una agresión de su pareja.
En ese momento llegó un familiar de la chica y la trasladó en su auto al hospital Central, donde una médica de la guardia le diagnosticó quemaduras en varias partes del cuerpo.
Allí la mujer dijo que había tenido una discusión con su pareja y en un momento dado él la habría rociado con alcohol y luego ella sin intención de quemarse habría manipulado algún elemento combustible y se quemó. Esta primera versión no resultó creíble para los investigadores.
Inicialmente, el caso había quedado en manos del ayudante fiscal de la Oficina Fiscal 9, desde donde se ordenó que una consigna policial se quedara en la vivienda. Luego, cerca de las 5.30, el hombre regresó y fue detenido.
Lo cierto es que la investigación realizada por la fiscal de Homicidios Andrea Lazo determinó que las quemaduras de la joven no se produjeron de forma accidental.
Habría usado el alcohol como arma
La imputación advierte que los hechos se produjeron de la siguiente manera: la pareja estaba discutiendo y Jara le dio un golpe de puño en la cara que la dejó tirada en el piso. En ese momento el hombre tomó una botella con alcohol y comenzó a rociarlo en el cuerpo de la mujer y luego, le habría acercado un encendedor.
La mujer, por suerte, ante el peligro de muerte, actuó rápidamente quitándose la ropa y corriendo hasta el baño donde abrió la ducha y se apagó la cabellera que ardía.
Según las pericias, la chica sufrió quemaduras de tipo A y AB, de primer y segundo grado en el pecho, en la zona abdominal y en el brazo derecho, además de quemaduras leves en la mano izquierda.