En 2019 se salvó de la prisión perpetua en el asesinato del médico Sebastián Prado (36), pero ahora decidió confesar otro crimen y le dieron 12 años y 6 meses de prisión.
Se trata de Ismael “Pipi” Merlo (35), condenado este miércoles por la muerte de Juan Carlos Monassa (74), baleado en La Favorita en agosto pasado. El acusado accedió a un juicio abreviado en el que reconoció su autoría y pactó con la fiscal Claudia Ríos el monto de la sentencia y un punto más: cumplir el tiempo de encierro en la cárcel de La Rioja.
Todo quedó acordado bajo la aprobación del juez Gabriel Bragagnolo, por lo que en los próximos días el imputado será trasladado a la mencionada provincia, donde justamente fue detenido en octubre.
El hecho que le endilgaron ocurrió en la tarde del 21 de agosto, cuando la víctima habría salido a la calle por un conflicto con una persona de esa zona de Ciudad.
Según lo que dijeron los testigos por entonces, el fallecido portaba un arma blanca y una pistola. Se cruzó con un muchacho y comenzaron a pelear, resultando Monassa lesionado en el abdomen. Aparentemente, su agresor le sacó el arma, le disparó y escapó.
El septuagenario estuvo tres semanas internado en el hospital Lagomaggiore hasta que perdió la vida, en tanto que Merlo ya estaba identificado como autor pero en calidad de prófugo.
A principios de octubre se terminó su clandestinidad, luego de ser atrapado en la terminal de ómnibus de La Rioja. Lo trajeron a Mendoza, lo imputaron por homicidio agravado por el uso de arma de fuego (10 a 32 años de pena) y desde ahí quedó en el penal. Hoy, complicado por las pruebas, decidió admitir su responsabilidad.
Zafó en un juicio por jurado
Con este debate “exprés”, el “Pipi” enfrentó su segundo juicio en dos años, con suerte dispar. En 2019 estuvo acusado por homicidio criminis causa por el asalto fatal en el que Sebastián Prado fue víctima, registrado el 6 de septiembre de 2013.
Esa noche, cerca de las 21, este traumatólogo salía de su casa –ubicada en Perú y López de Gomara de la Cuarta Sección, en Capital-, junto a su esposa Carla Santarelli y sus dos hijos, para asistir a una fiesta de cumpleaños.
Mientras el médico guardaba cosas en el baúl, su pareja escuchó disparos y vio a un hombre encapuchado huir del lugar. Luego, se encontró con su esposo herido.
Con el paso de las horas se supo que un delincuente había intentado robar la camioneta en la que estaban los chicos, forcejeó con Sebastián y le disparó, hiriéndolo de gravedad. Minutos después, se constataría el deceso del joven profesional.
Este caso resultó impactante para la provincia y estuvo marcado por idas y vueltas en la investigación, aunque siempre con Merlo y Jonathan Morales como sospechosos. Ambos estuvieron detenidos en el inicio de la pesquisa y posteriormente fueron liberados, hasta que cayeron nuevamente años después.
Finalmente, en la noche del 20 de septiembre del 2019 un jurado popular declaró culpable a Morales e inocente a Merlo, por lo que sólo el primero fue condenado a perpetua.