Tras el allanamiento de dos viviendas, se levantó el secreto de sumario de la causa en la que se investiga el presunto secuestro extorsivo del despachante de aduanas Diego Aliaga (51).
Hoy se venció el plazo de que había establecido el juez federal Marcelo Garnica para que la causa se mantuviera secreta y ahora las partes –el abogado de la víctima y el de los cuatro detenidos- pueden acceder a los cinco cuerpos que tiene la causa que arrancó el 28 de julio, cuando Aliaga salió de su casa del barrio Palmares, en un auto prestado y acompañado por una trabajadora sexual, con la que había pasado la noche, junto a Barrera y otra mujer.
Ayer el fiscal federal Marcelo Alcaraz ordenó que se allanara dos casas: una en Las Heras, perteneciente a los suegros de Gastón Curi (28), quien está detenido junto a su padrastro Diego Barrera (51); su madre, Viviana Sacolle (46) y su hermano Lucas (26).
La vivienda en cuestión se encuentra en Las Heras, muy cerca del negocio donde se compró el celular que se usó para llamar al hermano de Aliaga y solicitarle un millón de dólares y luego ser “descartado”.
Además, se volvió a allanar –exhaustivamente- la casa del barrio Dalvian donde residen los Barrera y que no se sabía muy bien a quién pertenecía. Inesperadamente apareció documentación que se había “traspapelado” en el primer allanamiento.
Se trata de un boleto de compraventa y un recibo de cancelación de la vivienda a nombre de Barrera. Los papeles muestran la forma en que se movía la victima a la hora de hacer negocios inmobiliarios: la propiedad estaba a nombre de la madre de Aliaga pero el hombre tenía un poder amplio que permitió que se la vendiera a Barrera.
También la propiedad ubicada en la calle Bandera de Los Andes al 9000 de la Guaymallén, donde Aliaga y Barrera iban a abrir una clínica de rehabilitación, está a nombre de una despachante de aduana cercana al desaparecido.
El caso
El martes 28 de julio, Aliaga y una mujer salieron de su casa de Palmares para ir a ver una que había adquirido en Guaymallén. Las cámaras de seguridad de Palmares registraron que el mismo auto regresó más tarde al exclusivo barrio privado pero con otro conductor: Barrera, quien tenía la tarjeta de Aliaga para poder ingresar al lugar. Barrera entró a la casa de Aliaga y podría haber tomado el registro de las cámaras de seguridad y tal vez otras pertenencias de la víctima.
Esta prueba no es la única que complica al detenido. Además, Barrera habría mentido al declarar que, al momento en que desapareció su socio estaba en un lugar y luego se comprobó que estaba en otro.