A casi tres semanas de la desaparición del empresario y despachante de aduana Diego Aliaga (51), los cuatros detenidos por un presunto caso de secuestro extorsivo fueron trasladados al penal de Almafuerte, en Cacheuta, Luján de Cuyo.
En los últimos días, Diego Barrera (51), su pareja, Viviana Sacolle (46) y dos hijos de ella, Lucas (26) y Gastón Curi (28), dejaron la Unidad 32, ubicada en Tribunales Federales y pasaron a Cacheuta por una cuestión relacionada con el coronavirus ya que los calabozos fueron desinfectados.
La principal incógnita del caso sigue sin revelarse: dónde está Aliaga o bien sus restos, ya que durante la semana pasada la Justicia Federal ordenó que se buscaran restos óseos, con la ayuda de perros adiestrados, en dos domicilios: una casa que Aliaga compró en la calle Bandera de Los Andes de Guaymallén y un depósito donde Barrera guardaba los vehículos de la empresa de transporte Solcito, en la calle Jujuy de Ciudad. Los resultados habrían sido negativos.
Además se allanaron tres viviendas en Las Heras. Una de ellas, del padre de Barrera y dos casas alquiladas por los hijos de Sacolle que son habitadas por sus respectivas familias.
Mañana podría ser un día importante para la causa si se levanta el secreto de sumario, aunque también la restricción podría renovarse por diez días más. De esa forma las partes podrán ver cuáles son las pruebas que están en la investigación y en qué medida comprometen a cada uno de los detenidos.
Gran parte de expediente gira alrededor del mensaje “dejá de mover el avispero. Andá buscando un palo verde y ya te vamos a llamar””, que los presuntos secuestradores enviaron a los hijos de Aliaga.
Hipótesis tribunalicias: oscuros negociados
Las últimas versiones que se manejan en el ámbito tribunalicio apuntan a la hipótesis de que el caso no tenga que ver con un secuestro extorsivo, sino con una cuestión de dinero –”de efectivo”-, ya que esa sería la forma en que maneja sus negocios Aliaga.
Otros especulan con que la desaparición de Aliaga tiene que ver con un servicio de “intermediario judicial” que el hombre habría ofrecido a personas detenidas por causas relacionadas a contrabando de mercaderías.
En concreto, Aliaga habría estado ofreciendo excarcelaciones a cambio de fuertes sumas de dinero, diciendo que tenía contactos importantes –incluso a nivel nacional- en el ámbito judicial.
En ese sentido, algunos especulan que un negocio de este tipo podría haber sido la causa de su desaparición. Y cuando se habla de desaparición, se piensa en que haya salido del país por decisión propia -algo poco probable- o bien que el hombre haya sido asesinado.
Algunos están atentos a que el caso Aliaga pueda pasar desde la Justicia Federal donde se está investigando, al fuero provincial, concretamente a la Fiscalía de Homicidios.
El martes 28 de julio, Aliaga y una mujer salieron de su casa de Palmares para ir ver una que había adquirido en Guaymallén. Las cámaras de seguridad de Palmares registraron que el mismo auto regresó más tarde al exclusivo barrio privado pero con otro conductor: Barrera, quien tenía la tarjeta de Aliaga para poder ingresar al lugar. Barrera entró a la casa de Aliaga y podría haber tomado el registro de las cámaras de seguridad y tal vez otras pertenencias de la víctima. Esta prueba no es la única que complica al detenido.
Además, Barrera habría mentido al declarar que, al momento en que desapareció su socio estaba en un lugar y luego se comprobó que estaba en otro.
