La Fiscalía de Violencia de Género y Delitos Contra la Integridad Sexual del Este provincial le otorgó el beneficio de la prisión domiciliaria a la maestra de 23 años que fue detenida la semana pasada a la salida un colegio de San Martín y fue imputada como autora de presuntas agresiones sexuales a un alumno de 6 años.
A pedido del abogado defensor Gastón Davire el fiscal Tabaré Azcurra accedió a darle domiciliaria y solo restan hacer trámites habituales en este tipo de casosa para que la joven docente pase de la una comisaría de Este a la casa de una pariente, donde continuará en situación de arresto, según confirmó el letrado
“Creo que la Cámara Gesell mostró ciertas inconsistencias en el caso y, por otro lado hay testimonios contundentes que se contraponen a lo que sostiene la denuncia en relación al espacio y al tiempo en que habrían ocurrido los hechos”, explicó Davire.
Ayer por la mañana el pequeño ofreció un relato en Cámara Gesell de la que también participó Mate, un perro adiestrado que es utilizado para contener a las víctimas de abuso sexual y que en la ocasión fue de inestimable ayuda ya que el pequeño pudo distenderse y ofrecer su versión de los hechos.
En principio el menor dio una versión distinta a la que ofrecieron sus padres cuando denunciaron el presunto abuso aunque hizo referencia a una cuestión de índole sexual que ocurrió en la escuela, específicamente en un baño.
Pero esa situación –con los elementos propios de la fantasía de un pequeño- no se habría podido dar, si se contraponen con lo relatados por las autoridades y docentes de la escuela, quienes sostienen que las maestras nunca ingresan al baño.
Frente a este panorama ahora la fiscalía esperará que se hagan las pericias psicológicas al niño para tener un panorama completo de la situación y así poder interpretar técnicamente el relato del chico.
La denuncia
El miércoles 6 de setiembre pasado la policía detuvo a una docente de 23 años a la salida de un colegio de San Martín y fue llevada a la fiscalía de Este donde se la imputó por abuso sexual.
En la madrugada del martes, la madre del menor llamó al 911 cerca de las 3 para denunciar que su hijo de 6 años había sido golpeado y “violado” en la escuela por una docente, y que no quería ir a la escuela.
Luego, por la mañana los padres del menor lo llevaron al hospital Perrupato y los médicos no constataron ningún tipo de lesión. Sin embargo, el pequeño y la madre hablaron de abusos por lo que se dijo intervención a la justicia y también al Equipo Técnico Interdisciplinario (ETI) por lo que el chico fue entrevistado por un psicólogo.
El procedimiento realizado por este profesional fue realizar una escucha activa, sin preguntarle y el resultado fue el siguiente: el chico tiene indicadores de Abuso sexual Infantil (ASI) y no solo eso, sino que el psicólogo determinó que podría haber otros chicos en situación de vulnerabilidad. Este dato aceleró la detención de la joven maestra.
La denuncia al 911 y la opinión de los médicos y del psicólogo, fueron determinantes para que el fiscal Tabaré Azcurra de Violencia de Género y Delitos Contra la Integridad Sexual, supervisado por el jefe de la Fiscalía de San Martín, Oscar Sívori, abrieran una causa sobre la docente de 23 años, quien fue detenida ayer, por la tarde a la salida de escuela Nº 1-474 República de Italia, ubicada en el barrio El Carmen de San Martín.
La mujer fue llevada a la Comisaría 12, donde se le secuestró el teléfono y fue imputada por el delito de “abuso sexual agravado por la condición de guarda y corrupción de menores”, delito que tiene una pena que va de los 8 a los 20 años de prisión. Por ahora, la joven se encuentra en la Comisaría 12 pero en las próximas horas pasaría a la cárcel.
Los investigadores allanaron la vivienda de la maestra, en Rivadavia, y secuestraron una computadora que junto al teléfono serán analizadas especialistas de Delitos Informáticos.
La versión policial y de los padres, tomada por los medios, indica que el chico habría sido abusado (sexo oral) y también le habría mostrado imágenes de contenido sexual, dentro del baño de la institución.
Este último dato llama la atención de los investigadores y de algunos docentes porque la directiva de la Dirección General de Escuela establece que los maestros no pueden ingresar a los baños; es más, “si un niño está descompuesto hasta la puerta del baño puede ir el docente; obviamente, solo podrían entrar ante un desmayo o caída, por ejemplo”, informaron a Los Andes desde la DGE.
