Un paso importante dio este martes la investigación que busca esclarecer el triple homicidio cometido en Guaymallén, en el que murieron una abuela y sus dos nietas tras un incendio intencional. Al acusado le dictaron la prisión preventiva en la cárcel y le negaron la domiciliaria.
Julio Villarruel (54) se jugaba una ficha importante de cara a su futuro procesal, que por ahora lo tiene muy comprometido en la causa por las muertes de Ema Zapata (70), su bisnieta Aldana González (16) y su nieta Sheila Ares (10), en la madrugada del 19 de octubre en una vivienda ubicada en calle Moyano al 300, en San José.
Este hombre es sospechoso de haber provocado un incendio arrojando algún elemento con fuego desde la calle hacia el interior del hogar. Según la reconstrucción de los pesquisas, el detenido se acercó a una ventana y generó el siniestro, aprovechando la gran cantidad de objetos inflamables que había en la propiedad ya que Zapata era acumuladora.
Las llamas en poco tiempo ganaron los sectores del living y la cocina, sin llegar a la habitación en donde dormían las víctimas. Las tres murieron por la inhalación de monóxido de carbono al haber aspirado el humo.
Este accionar del hombre se desprende del análisis de las cámaras de seguridad de la zona, que lo ubican por las inmediaciones en el momento del incendio. Villarruel fue pareja de la nieta de Ema, una mujer que no se encontraba allí cuando ocurrió el hecho.
Justamente la relación entre ellos había terminado hace poco y no en buenos términos, por lo que se cree que el sospechoso quiso prender fuego la casa para vengarse de su ex por alguna situación. Ella no estaba, pero sí su abuela y su hija, Aldana González, otra de las víctimas.
La tercera fallecida fue Sheila Ares, nieta de Zapata y que circunstancialmente se había quedado a dormir luego de pasar el domingo del Día de la Madre con su abuela.
Con estas pruebas, Villarruel fue arrestado el 28 de octubre pasado y la fiscal Andrea Lazo lo imputó por por triple homicidio agravado por haber sido cometido con un medio idóneo para crear un peligro común, en concurso ideal con triple homicidio agravado por haber sido cometido con el propósito de causar sufrimiento a una persona con la que se ha mantenido una relación de pareja; estos delitos lo llevarían a una condena única de prisión perpetua en un futuro juicio por jurados.
Con esta calificación llegó a la audiencia de preventiva, en la que el juez Diego Flamant ponderó la perspectiva de género y ordenó que siga en penitenciaría. En consecuencia, le rechazó al hombre el pedido que hizo mediante su abogado, de una detención domiciliaria. En este punto se tuvo en cuenta el riesgo de fuga y algunos antecedentes que tiene el sindicado.
El magistrado compartió los criterios y pruebas que la fiscalía ha incorporado hasta el momento en el expediente.