Con un ardid bien planeado, delincuentes que fingieron ser policías de le robaron a un empresario 3,1 millones de pesos en Ciudad. Los ladrones incluso fingieron un llamado telefónico con un supuesto juez federal y leyeron a la víctima un presunta orden de allanamiento, según denunció.
El curioso hecho delictivo comenzó a gestarse pasadas las 13.30 de ayer, según confiaron a Los Andes fuentes de la investigación. Los delincuentes llegaron a las oficinas de una empresa constructora ubicada en calle Espejo al 200, de Ciudad. Según indicó la víctima, de 32 años, dos sujetos ingresaron a su oficina vestidos con ropas similares a las que utilizan los policías. Al empresario le resultó difícil distinguir que se trataba de falsos agentes ya que el uniforme incluía prendas azules, quepi (gorra), armas de fuego y chalecos antibalas.
Entonces los bandidos comenzaron a desplegar sus engaños, que les permitieron alzarse con una jugosa suma, conformada por 20.000 dólares (unos dos millones, 600.000 pesos) y 500.000 pesos en efectivo.
De acuerdo al relato de las fuentes consultadas, el dinero provenía de la venta de inmuebles que se había concretado recientemente. Con el botín en su poder, los falsos uniformados escaparon del lugar.
Fue entonces cuando la víctima se comunicó con verdaderos policías, a quienes al parecer conocía. Por ello tomó intervención efectivos de la División Sustracción de Automotores, que luego interrogaron al denunciante en su casa en Guaymallén, cuando ya eran cerca de las 17 de ayer.
Así, los pesquisas constataron que el audaz robo había quedado registrado en las cámaras de seguridad internas de las oficinas de la víctima, quien dijo tener temor y no aportó mayores datos. Incluso sostuvo que no llamó a la línea de emergencias 911 para denunciar el hecho por ese mismo miedo.
Un audaz modus operandi
Con el correr de las horas y un poco más tranquilo en su casa, el empresario indicó que había sido sorprendido por dos sujetos que le manifestaron que iban a realizar un allanamiento. Hasta le exhibieron una credencial que mostraba que eran miembros de la Fuerza provincial, según describió.
Con su víctima entre la perplejidad y el temor, los falsos policías le pasaron un llamado telefónico. Del otro lado de la línea, una voz masculina le indicó al empresario que estaba hablando con un juez federal que estaba instruyendo la causa y que los uniformados debían realizar la medida judicial.
Una vez finalizada la comunicación con el falso magistrado, los supuestos efectivos le leyeron la orden de allanamiento desde un celular y le informaron que procederían al secuestro del dinero en efectivo, para luego retirarse con total tranquilidad.
Por directivas de la Oficina Fiscal 1 de Capital, la víctima deberá presentarse hoy a declarar y a radicar la denuncia formal por estafa.