Se acerca el Día del Niño y muchos se mueven a contrarreloj para que el domingo los chicos tengan su regalo. Una manera práctica y cómoda para cumplir con el propósito es hacer uso del mercado electrónico, estando siempre alertas para no ser víctimas de engaños, actividad delictiva que crece a pasos agigantados.
La Cámara Argentina de la Industria del Juguete (CAIJ) espera que esta semana las ventas minoristas a través de estos medios tengan un alza de alrededor de un 23,2 %, frente a lo cual resulta fundamental remarcar los cuidados que se deben tener para realizar una transacción exitosa.
Los casos de robo de claves de acceso a homebanking o de datos de tarjetas de crédito y débito para luego ser utilizadas, las transferencias de dinero a cambio de un bien que nunca llega y otro tipo de maniobras, se acumulan de a montones en las comisarías de Mendoza. Los fraudes se conocen a diario y se estiman unas 100 denuncias semanales.
Son tantos los expedientes y tan particulares que desde el 2 de agosto pasado la Fiscalía de Delitos Económicos debió desdoblarse y permitió la creación de una nueva. Por un lado, se investigan los fraudes económicos con estricta participación humana -robo de datos, por ejemplo mediante engaños telefónicos- y, por otro lado, se intenta seguir a los delincuentes que logran la alteración o la manipulación de un sistema informático para hacerse de montos de plata o de información que luego utilizan. Para esto último suelen usar archivos o links que mandan por email o WhatsApp, las víctimas descargan e ingresan y van suministrando datos.
Estos casos de alteración desde hace poco más de una semana están bajo la competencia de la flamante Fiscalía de Delitos Cibernéticos, a cargo de los fiscales Javier Pascua y Santiago Garay.
Todos estos ardides, del estilo que sean, para la Justicia son estafas o defraudaciones y tienen penas de un mes a 6 años de cárcel.
Una modalidad que explotó en la pandemia
Estos “atracos virtuales” hace años que existen, pero se acrecentaron con la irrupción del coronavirus y la necesidad de muchos de realizar trámites o compras electrónicas para garantizar el distanciamiento social.
La tendencia en alza no es sólo en Mendoza, sino que se da en todo el país. Según datos de la Unidad Fiscal Especializada en Ciberdelincuencia (Ufeci), dependiente del Ministerio Público Fiscal de la Nación, hubo un crecimiento del 3.000% en estos delitos comparando el 2019 con el 2020.
Este relevamiento fue suministrado por SDO Entertainment, la nueva agencia de comunicación de VU Security, compañía de ciberseguridad enfocada en prevención de fraude y protección de la identidad.
Y este 2021 parece seguir por el mismo camino, tal como comentan los especialistas. “Son habituales estos hechos y recibimos permanentes consultas. Trabajamos muchos casos de sustracción de información para pedidos de préstamos a nombre de alguien o gastos con las tarjetas”, explicó a Los Andes Bárbara Peñaloza, abogada dedicada al derecho informático.
“Lo preocupante es que todos los días aparecen nuevas maniobras para perjudicar a la gente. Hoy se usan mucho las transferencias de dinero con el envío de un link, pero lo recomendable es siempre el método clásico de que directamente nos pasen el CBU”, agregó la letrada.
Cómo evitar caer en la trampa
Pensando en los regalos para el próximo domingo, en Mercado Pago, Marketplace y en diferentes redes sociales, abundan las ofertas de bicicletas, tablets, celulares y demás dispositivos para los chicos. Si hay interés en esos objetos, en primer lugar hay que desconfiar ante un precio demasiado bajo.
Otra recomendación clave es adquirir bienes a través de sitios oficiales o tiendas online de reconocidos negocios comerciales. “Es importante hacer toda la operación en la misma plataforma, porque hay veces que el vendedor pide salir y que le depositen por transferencia en otra cuenta. Si ahí se da la estafa, no hay forma de reclamarle a la empresa porque nos salimos de su página antes de terminar”, remarcó Peñaloza.
“No hay que creer en eso de que se traban las cuentas; eso no ocurre nunca. Tampoco hay que ir a los cajeros porque alguien lo pide. Allí podemos suministrar claves que luego utilizan”, agregó.
Entre los consejos básicos se destaca, además, que las operaciones se realicen a través de una conexión segura y tratando de evitar las redes de WiFi públicas y las conexiones abiertas de bares o restaurantes; acceder al sitio de interés desde un buscador o tipeando la URL y luego verificar que la misma tenga un candado -significa que es una página segura- y no comprar a través de links que lleguen por SMS, redes sociales, WhatsApp o por mail.
“También se le pide a la gente que regularmente revise sus cuentas para ver si hay movimientos extraños de dinero que permitan sospechar de algún robo, y en el caso de una compra virtual, investigar mínimamente la reputación que tiene el vendedor y los comentarios que han hecho sobre él”, cerró la abogada.
