Un hombre de 36 años rompió la perimetral que le había impuesto la Justicia de Córdoba tras ser denunciado por violencia de género y se presentó en la casa de su ex pareja con intención de atacarla.
Ante la desesperación, la mujer activó el botón antipánico y los uniformados que llegaron al lugar fueron atacados con agua hirviendo. Uno de ellos fue trasladado al Instituto del Quemado.
La fatídica secuencia ocurrió este martes en la mañana en el barrio Patricios de la Ciudad de Córdoba, cuando el sujeto se presentó en la vivienda de su ex pareja y se atrincheró en la cocina, según indicó La Voz.
Desde adentro amenazó con un cuchillo a los agentes que llegaron al lugar y cuando lograron reducirlo les arrojó una olla con agua hirviendo que estaba sobre una de las hornallas.
A pesar del intento de esquivar la caída del líquido a alta temperatura, uno de los agentes terminó con un brazo quemado, a tal punto que debió ser trasladado con quemaduras de segundo grado.
“El agresor se abalanzó hacia uno de los policías con un arma blanca y posteriormente le arrojó un recipiente de agua caliente”, detallaron desde la Jefatura cordobesa al mencionado medio.