Una mujer de 33 años protagonizó un tenso momento en su casa de San Martín, luego de atrincherase con amenazas de quitarse la vida. Es por ello que debió intervenir personal del Grupo de Resolución de Incidentes y Secuestros (GRIS) y del Grupo Especial de Seguridad (GES), quienes activaron el protocolo de rescate táctico sanitario y lograron contenerla. Tras dos horas de negociaciones la trasladaron al hospital Perrupato.
Habían pasado 30 minutos de las 12 de este miércoles, cuando la hermana de la mujer en cuestión llegó hasta la vivienda ubicada en calle Gutiérrez casi Soldado de la Independencia, de ese departamento, para informarle que el jueves debía presentarse en el Juzgado de Menores por la tutela de sus dos hijos menores de edad, la cual se la han quitado temporalmente por problemas de salud mental.
Según informaron fuentes oficiales, la mujer está bajo un tratamiento psiquiátrico ambulatorio y no había tomado la medicación. Cuando recibió la notificación entró en crisis y se atrincheró en la vivienda amenazando con quitarse la vida si no le devolvían la custodia.
Tras el llamado desesperado de su hermana al 911, de manera inmediata llegaron al lugar los primeros uniformados quienes intentaron hablar con la joven madre. Sin embargo, su presencia generó más tensión y aseguró que “no quería policías en su casa”. Mientras terminaba la frase comenzó a hacer ademanes con intenciones de autolesionarse con objetos corto punzantes que tenía al alcance, como tijeras y cuchillos de cocina.
Fue entonces que se activó el protocolo ante situaciones de crisis de ato riesgo y llegaron agentes del GRIS y del GES, para intentar evitar una fatalidad. En paralelo se hizo presente una ambulancia del Servicio de Emergencias Coordinado.
El negociador del GRIS llamó a la fémina por teléfono y comenzaron un diálogo, mientras personal del GES rodeaba la casa en caso de tener que entrar de emergencia. La mujer fue cediendo y permitió que el hombre detrás del teléfono ingresara a la vivienda.
No obstante, previo a dejarse ayudar rompió elementos que había dentro del domicilio. Entre ellos una ventana cuyos vidrios le causaron heridas y comenzó a sangrar.
Ya calmada y contenida caminó acompañada de los uniformados hasta la ambulancia, donde la esperaba un médico para darle primeros auxilios. Sin embargo, debió ser trasladada al hospital regional para tratarle los cortes y para ser asistida por personal de salud mental del centro asistencial.
