Un chico de 16 años de edad generó momentos de angustia y tensión al haberse subido a un tanque de agua en un edificio abandonado, en Luján de Cuyo, y permanecer allí advirtiendo que saltaría al vacío desde 35 metros de altura. Negociadores del Grupo de Resolución de Incidentes y Secuestros (GRIS) dialogaron con él para que depusiera su actitud y lograron bajarlo sano y salvo.
Minutos después de las 21 se activó el protocolo de actuación de los cuerpos especiales. La novedad por la frecuencia radial indicaba que un menor de edad se había subido a una torre en el distrito Blanco Encalada, a la altura del callejón Arriero.
Con la llegada de efectivos del GRIS al lugar se comprobó que se trataba de una antigua edificación abandonada, al parecer una fábrica, y que el chico se encontraba en la cima de un tanque de agua de grandes dimensiones y de 35 metros de altura.
Junto a la Policía fueron alertados los bomberos de Luján de Cuyo, que desplegaron una extensa escalera mecánica para poder llegar al joven.
Luego de dialogar durante casi una hora con los negociadores, el muchacho accedió a bajar lentamente con la ayuda de los bomberos y poner fin a la angustia de sus familiares.
Los uniformados pudieron saber que el chico estaba angustiado tras haber discutido con su padre. Además, sufría por un conflicto amoroso y porque no había tenido un buen desempeño académico en los últimos meses. Esas cuestiones detonaron su decisión y lo llevaron a demandar atención drásticamente.
Efectivos que trabajaron en el lugar confiaron que el chico está en muy buen estado de salud y que fue asistido en una ambulancia que había sido desplazada al lugar para realizarle un chequeo de rutina.