“Siento vergüenza”, dijo el presidente de Huracán Las Heras, Rafael Giardini, en una entrevista, luego de los hechos violentos ocurridos ayer durante el partido que el Globo ganaba (3-1) a Ferro de General Pico, por la última fecha del torneo Federal A, y que por nada jugaba ya. Lo cual el tiroteo que interrumpió el partido, poco tuvo que ver con lo competitivo y se sospecha que el motivo se centra en un supuesto el control de la zona de un grupo de facciones o barras bravas.
Desde el Ministerio de Seguridad de la provincia aseguran que aún se continúa investigando el hecho, buscando a los responsables que mediante armas de fuego tiraron balas a doquier. En principio, y en coincidencia con lo expresado por el presidente del club, habrían sido desde el exterior del estadio y desde el portón noreste, lindante al Barrio Amigorena de dicho departamento. Allí es donde la policía rastrea elementos que coincidan con casquillos de disparos.
Según la información que Los Andes pudo obtener, anoche fueron aprehendidas ocho personas que luego de ser demoradas por averiguación de antecedentes, fueron liberadas. Mientras esto sucedía, una novena fue detenida como sospechoso de ser uno de los autores de los disparos. Aún sigue alojado en la Comisaría 36.
Desde el departamento forense investigan si la bala extraída de la axila del entrenador de Ferro de General Pico, Mauricio Romero, quien fue alcanzado por uno de los disparos, luego atendido por médicos en el estadio y posteriormente trasladado al Hospital Carrillo, es compatible con una de las armas halladas.
Hasta el momento, no hubo más progreso en el caso aunque en breve podría haber novedades.