El juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa, el joven de 18 años asesinado a golpes a la salida de un boliche en Villa Gesell en 2020, está en su momento culmen. Fernando Burlando, el abogado de la familia de la víctima, comenzó esta tarde su alegato final. Los acusados son ocho rugbiers y para todos ellos la fiscalía pidió prisión perpetua.
El letrado querellante se refirió en duros términos a los acusados y aseguró que “todos asesinaron a Fernando Báez Sosa”, a pesar de que el joven “estaba de rodillas y pidió contemplación”.
Las frases más impactantes de Burlando con respecto a los acusados
-”Todos asesinaron a Fernando Báez Sosa. Él estaba de rodillas y con sus manos en el piso, levantó su mano y pidió contemplación, clemencia. La respuesta fue una patada en la cabeza. Y otra más, y otra más. Era una bolsa de papas y continuaban castigándolo. Tal vez estaba sin signos vitales, pero insistían pegándole patadas en la cabeza”.
-“Eran sus cazadores, la conquista era el trofeo. Dijeron ´a este me lo llevo de trofeo´. Y el trofeo era Fernando, un chico lleno de ilusiones. Fernando había ofendido al líder de la manada y sus obsecuentes de la violencia lo acompañaban de una manera proactiva. Máximo Thomsen es el líder de esa manada”.
-“Algunos de sus verdugos trataron de borrar evidencia lamiéndose las pruebas, cambiándose la ropa y advirtiendo que no debían hablar de eso. Luego, comieron hamburguesas. Matar les dio hambre”.
-“Cada golpe era un disparo y cada patada un tiro. Fernando Báez Sosa fue fusilado a golpes y a patadas. Amenazado, emboscado, superado en número, en sorpresa, indefenso y castigado hasta la muerte”.
-“La imagen de Fernando Báez Sosa de rodillas pidiendo clemencia representa el pedido de prisión perpetua para los acusados. Lo que hubo fue un asesinato, no hubo un incidente. Fue un asesinato en el peor de los estados: en un estado de indefensión”.
“Se dieron el gusto de acusar a un inocente. Fernando pidió clemencia y no se la dieron. Pidió compasión y no se lo dieron. Sabían que habían matado a un joven y tuvieron la idea de volver a buscar a los amigos de Fernando”.
Se prevé que la exposición del alegato final dure alrededor de cuatro horas. Luego del discurso inicial, hablan Fabián y Facundo Améndola, dos abogados que son parte del equipo y luego, el alegato culmina con la palabra del propio Fernando Burlando.