Tras seis años y medio de una larga trama judicial, finalmente se realizará el juicio por la muerte de la niña Guadalupe Codes (9), que tiene como imputadas a las médicas Viviana Bacciedoni y Andrea Piatti. La pequeña tenía leucemia y murió tras una intervención fallida en el hospital Español.
El debate por este recordado caso de presunta mala praxis se realizará entre el 2 y el 27 de mayo y el tribunal estará conformado por los jueces Pedro Chacón, Diego Lusverti y Gonzalo Guiñazú.
Se trata de un juicio un tanto particular porque los jueces no solo tendrán que decidir una condena o absolución penal, sino también dirimir sobre la cuestión civil que podría implicar una indemnización millonaria, de ser favorable a la familia de la víctima.
Las profesionales de la salud están imputadas por dos figuras penales: homicidio simple con dolo eventual (posición sostenida por el abogado defensor Pablo Cazabán) y, alternativamente, homicidio culposo (según la fiscalía de Homicidios, representada por la fiscal Andrea Lazo).
El homicidio culposo tiene penas de hasta 5 años de prisión y el doble de suspensión de sus matrículas; el homicidio simple, de 8 a 25 años de cárcel.
El debate tendrá como participantes no solo a la fiscal y la defensa sino también a los defensores de Bacciedoni y Piatti, a los letrados del hospital Español y a los representantes de las aseguradoras de todos los implicados.
El juicio tiene algunos aspectos llamativos. Primero, las médicas imputadas pueden resultar condenadas penal y civilmente, pero también pueden resultar “culpables” en lo penal e “inocentes” en lo civil, o viceversa.
Otra posibilidad es que el fallo dictamine responsabilidad objetiva; vale decir, no es necesario que las imputadas tengan algún tipo de responsabilidad en el hecho.
En diciembre de 2020 la Suprema Corte de Justicia provincial confirmó la suspensión de la matrícula de Viviana Bacciedoni por 5 años porque incumplió con las normas de una buena y adecuada praxis médica, lo que le valió un sumario administrativo por parte del Estado provincial.
“La responsabilidad disciplinaria de la accionante no aparece ilógico, irrazonable, inmotivado, desproporcionado, ni violatorio de los derechos de debido proceso y defensa en juicio”, dijeron los jueces.
Agregando que el sumario se inició “sobre la base de suficientes pruebas objetivas y directas, las cuales se tradujeron en incumplimientos graves a una serie de deberes funcionales que estaban a su cargo y que permiten sustentar la decisión del ministro de Salud, luego corroborada por el Sr. Gobernador de la Provincia”.
¿Mala praxis?
El 27 de agosto de 2015 Guadalupe se encontraba en el hospital Español, donde recibía tratamiento para la leucemia, cuando una médica le suministró Vincristina de forma inadecuada.
La niña quedó paralizada tras recibir en la médula dicho medicamento, que debería haber sido suministrado por vía endovenosa.
Fue trasladada al hospital Notti y allí permaneció en coma inducido, internada en terapia intensiva y aislada. Guadalupe comenzó a presentar un cuadro de parálisis en los sistemas respiratorio y digestivo y fue intubada por completo ya que no podía respirar ni ingerir alimentos por sus propios medios. Murió el 20 de noviembre de 2015.
Días más tarde el fiscal Horacio Cadile imputó a Andrea Piatti, la médica que le habría aplicado la inyección a Guadalupe, y a Viviana Bacciedoni, jefa de Hematología del hospital Español.