Cinco años de investigación se necesitaron para esclarecer el crimen de una adolescente de 15 años en Las Heras. El acusado que tenía el caso fue condenado a 27 años de cárcel.
Este lunes, el juez Gonzalo Guiñazú dictó esa pena en contra de Eduardo Olivera (24), señalado por la Justicia como el asesino de Micaela Martinelli, ultimada de un balazo en 2016.
En la previa de la sentencia la fiscal Andrea Lazo había pedido esa cantidad de años para este joven, quien llegó al juicio imputado por un homicidio agravado por el uso de arma de fuego y por la participación de un menor de edad, en concurso ideal con lesiones. Esto último porque otro muchacho también fue baleado en el hecho; incluso se cree que él era objetivo del agresor, y no la víctima fatal.
Por su parte, la querella fue por 28 años, en tanto que la defensa solicitó absolución o 3 años y 7 meses de prisión como partícipe secundario del homicidio.
Finalmente el juez se inclinó por la postura de la fiscalía y condenó a Olivera a una alta pena, si se tiene en cuenta que el máximo del delito que le endilgaron es de 33 años.
Micaela fue asesinada en la tarde del 8 de junio del 2016 en la esquina de Mazza y Luján, en el barrio EL Jarillal. Estaba con unos amigos cuando dos sujetos a bordo de una moto pasaron y abrieron fuego contra el grupo, dejando dos heridos.
La adolescente murió minutos después por un balazo que le ingresó por el hombro y se alojó en el tórax. El otro lesionado logró sobrevivir.
La investigación derivó en Olivera y un menor de 14 años como sospechosos, aunque durante años no se los pudo vincular con pruebas concretas. En 2020 el caso avanzó gracias a varios testigos y se detuvo y se llevó a juicio al mayor de ellos. Respecto a su cómplice, zafó por ser inimputable en el momento del crimen.
