Un bebé de un mes murió en el Hospital Perrando, de Resistencia, tras estar internado en grave estado por intoxicación con cocaína y después de agonizar durante 12 días. Acorde a los avances de la investigación, la droga había ingresado a su cuerpo al ser amamantado por su mamá, que es adicta.
La mujer, de 34 años, había llevado de urgencia a su hijo el 16 de julio por la tarde a la guardia del Hospital Perrando. Al ser consultada por los médicos que la recibieron, dijo que el pequeño se había descompensado en su casa, sin mencionar una posible intoxicación.
En un principio, los médicos diagnosticaron que el bebé, que en ese momento tenía 21 días de vida, presentaba una “dificultad respiratoria grave”, por lo que optaron por dejarlo internado en la sala de neonatología de ese centro asistencial.
Poco después trascendió la noticia de que la criatura se encontraba con asistencia mecánica respiratoria, “con síndrome de hipoxia y test positivo de cocaína”. En otro parte médico, los profesionales de la salud indicaron que su estado era crítico, producto de “insuficiencia respiratoria, hipotensión refractaria al tratamiento y trastorno por metabólicos graves”.
A pesar del esfuerzo de los médicos, en las últimas horas Nancy Trejo, la directora del hospital, confirmó a los medios locales que el bebé murió después de agonizar durante 12 días. Por otro lado, Trejo precisó que la criatura había recibido la cocaína a través de la madre, que, tras consumir la droga, amamantó a su hijo.
Este trágico caso se suma a otros similares ocurridos, por ejemplo, en Tucumán en agosto de 2022 y a otro en Santa Fe, un año antes, donde fueron dos los bebés en los que se detectaron restos de estupefacientes. Solo en Chaco, se atendieron 60 casos de recién nacidos cuyas madres habían consumido sustancias durante el embarazo en lo que va del año.