Un hombre de 67 años retirado de Gendarmería Nacional generó una angustiante situación esta tarde, luego de que se atrincherara en su casa en Maipú y retuviera a su esposa y a su hijo. Éste logró arrebatarle el arma y, luego de unas horas, el ex uniformado finalmente desistió y se entregó.
Todo comenzó cerca de las 18.30 en una vivienda ubicada en calle Nueva al 400 de Barrancas. El gendarme retirado tenía en la línea de fuego a su mujer y a su hijo y portaba una pistola de grueso calibre.
Efectivos del GRIS y del GES fueron desplazados al lugar para iniciar las negociaciones e impedir que siguiera constituyendo una amenaza. Los miembros de los cuerpos de élite de la Fuerza constataron que el hombre tenía una pistola calibre 11.25 en la cintura.
Una vez que los negociadores del GRIS iniciaron las conversaciones para tratar de convencer al ex uniformado a que entregara el arma, cerca de las 19 el hijo del rebelde aprovechó un descuido y logró arrebatarle el arma y lanzarla al patio de la casa, precisaron fuentes de la investigación.
Así se constató que la pistola pertenecía a Gendarmería Nacional (tenía esa inscripción) y que tenía el cargador colocado y un cartucho en recámara, listo para ser detonado.
El ex gendarme luego subió a un camión Mercedes Benz para resistir su arresto. La única salida era dando arranque al rodado, por eso dos móviles policiales fueron estacionados delante del vehículo mayor para impedir su salida.
Dos horas después de que los efectivos habían tomado conocimiento de la novedad, el hombre desistió, bajó del camión y se entregó. Ya eran las 20.30.
Mientras era trasladado a la Oficina Fiscal 10, la esposa del revoltoso les confirmó a los uniformados que es gendarme retirado e insulino-dependiente, por lo que les entregó la medicación.
En el lugar quedó instalada una consigna policial para prevenir futuros incidentes.